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¿Podemos contarte un secreto? Claro que sí. Eres buena gente. De fiar. Todo esto, cada palabra que hemos escrito en Sombras Urbanas, cada pedacito de diseño que hemos metido en estas páginas… no era para los jugadores. Ellos lo leerán, por supuesto, y quizá lleguen incluso a dominarlo. Te señalarán un pasaje que no habías visto que cambia la interpretación de las reglas o que te empuja en una dirección diferente durante una sesión, o te sacarán algún truco interesante de otro Arquetipo, pero nada de eso hace que esto sea para ellos.
Siempre fue para ti. El Maestro de Ceremonias. El MC.
Ya ves, Sombras Urbanas divide la autoridad de una forma bastante tradicional en los juegos de rol. Tus jugadores te dirán quiénes son y qué hacen en la ciudad, cuáles son sus objetivos y qué sienten. Tomarán decisiones sobre cómo avanzan sus personajes y cuánta corrupción están dispuestos a aceptar para conseguir lo que quieren.
Y tú les dirás todo lo demás.
Para nosotros eso es lo mejor del juego, el lento desarrollo de las consecuencias de sus decisiones, la perplejidad de sus caras cuando se dan cuenta de que ahora están en manos de la ciudad, los momentos en que se vuelven unos contra otros porque no hay otra forma de seguir adelante. El oscuro y latente corazón de la ciudad martilleándoles en los oídos como un tambor conforme expones cómo sus decisiones les han llevado a todo esto: el dolor y la esperanza de los héroes en un mundo que no promete nada más que corrupción.
Y tú tienes un asiento en primera fila ante toda esa emoción que los zarandea constantemente, hasta que lo único que pueden hacer es rendirse a la locura (¡y la lógica!) de las oscuras calles de la ciudad. Hay huellas de tus dedos manchados de sangre por todas partes; empujando, tirando, ajustando y moviendo todo para ponerlo en un lugar concreto. Sin forzar las cosas cuando aún no están maduras, pero sin dejar ni un puto segundo de buscar el siguiente movimiento perfecto. Así es como se dirige Sombras Urbanas. De esta forma y de ninguna otra.
Al nivel más general, cuando diriges, tu tarea es equilibrar tres objetivos:
Cuando dirijas Sombras Urbanas, quizá a veces te encuentres sin un camino claro por el que seguir adelante, atrapado entre varios objetivos sin una noción clara de equilibrio. Cuando eso ocurra, siempre has de decir:
Los objetivos son tus metas, pero los principios básicos te marcan un camino que te lleva hacia esas metas. Esto también son reglas, como los objetivos y los movimientos, pero funcionan como buenas prácticas, directrices que debes seguir para producir la mejor ficción posible dentro del sistema.
Haz estas cosas y tendrás el sistema trabajando para ti en vez de en tu contra. Rompe estas reglas y tu partida hará aguas.
Sombras Urbanas es un juego de política urbana y drama sobrenatural. Las mecánicas harán que los jugadores tomen decisiones difíciles y creen historias que merezcan ser contadas. Este juego es además perfecto para nuevos jugadores de rol y lo suficientemente complejo para jugar una y otra vez.
La ciudad te espera, conoce sus secretos y comparte sus pecados.
¿Estás preparado para descubrir la oscuridad en tu propia ciudad?