Product successfully added to your shopping cart
El grueso del último suplemento publicado para Hombre Lobo está dedicado íntegramente a ofrecer material para jugar con personajes de las Razas Cambiantes, independientemente de si son un grupo de hombres tiburón o un hombre cuervo que acompaña a una manada de Garou. Con ese fin, las características de cada Raza Cambiante pueden variar respecto a las aparecidas en Hombre Lobo, que presenta una versión reducida de los Fera preparada para su inclusión como personajes del Narrador en una crónica centrada en los Garou. Razas Cambiantes se centra en crear personajes de las Razas Cambiantes que sean las estrellas de la crónica. Hoy hablaremos sobre cómo hacer partidas con estos personajes.
En muchos sentidos, es más fácil centrarse en un grupo de personajes de una única Raza Cambiante, ya que estas partidas se parecen mucho a la típica historia de Hombre Lobo. Los jugadores no necesitan esforzarse demasiado para justificar que sus personajes trabajen juntos, pues los miembros de una misma Raza tienen algo en común aunque sean desconocidos.
La manera más sencilla de evitar los retos asociados a incluir un Fera en una partida de Hombre Lobo es que todo tu grupo cree personajes de las demás Razas Cambiantes. Este libro brinda toda la información necesaria de cada una de ellas para que decidas si quieres jugar una partida centrada en torno a la temática de una Raza Cambiante concreta o si quieres acomodar varias Razas para que trabajen juntas.
Una crónica que presente diversas Razas Cambiantes tiene varias ventajas. No sólo cada personaje estará en posición de enfrentarse a las demás Razas, sino que además esto permite a cada jugador jugar con la Raza Cambiante que más le guste. Esto tiende a generar una partida en la que cada individuo tiene la oportunidad de brillar y en la que todos los jugadores disfrutan al verse unos a otros compartir el protagonismo.
Un grupo mixto de personajes Fera puede poner sobre la mesa un gran conjunto de capacidades y habilidades; mientras el Ananasi y el Bastet entran sigilosamente en la oficina principal de la empresa minera para conseguir pruebas de su corrupción, sus aliados Mokolé y Gurahl destruyen la infraestructura de la propia mina. Con tal diversidad de habilidades corres el riesgo de que algunos jugadores se sientan inútiles (un Kitsune que viaje con un Gurahl, un Khan y un Rokea no va a aportar mucho a una historia centrada únicamente en el combate). El Narrador debería variar los desafíos a los que se enfrentará el grupo, mezclando las cosas para que todos los personajes sientan que han aportado algo a la historia, incluso si ha tenido que dar un paso atrás en alguna escena.
El truco de narrar una crónica así es mantener en mente las fortalezas de esa Raza. Una crónica de Corax debería ser muy diferente de una partida centrada en un grupo de Rokea. Salirse del guión de cuando en cuando está bien, pero haz que los temas de cada Raza sigan siendo centrales en la partida.
Cuando llegue el Apocalipsis, la Batalla Final no contará sólo con los Garou, todas las Razas Cambiantes estarán allí, pero si lo harán al lado de los Guerreros de Gaia o lucharán su propia batalla contra el Gran Enemigo aún está por ver ¿Jugarás con una sola Raza Cambiante, las mezclarás en el grupo o las integrarás en tu campaña de Hombre Lobo?