Dirigiendo InSpectres

Si estás acostumbrado a dirigir a la manera tradicional, InSpectres va a ser como una jarra de agua fría a las 4 de la mañana: chocante, pero ojalá que también refrescante. Es verdad que el tiempo de preparación será mínimo, pero tendrás que pensar con rapidez y estar dispuesto a cambiar tus ideas sobre el desarrollo de la historia en un abrir y cerrar de ojos. También necesitarás involucrar a tus jugadores en el proceso de dirigir la partida, algo de lo que normalmente te encargas solo tú.

Si tus jugadores se muestran reacios a tomar el control tendrás que provocarlos, incitarlos y empujarlos en la dirección adecuada. Hazles montones de preguntas. Si quieren saber si hay un extintor en la pared, pregúntales «No sé, ¿lo hay?». Es probable que tengas que repetir un montón de veces la frase «Vale, ¿ahora qué haces?» hasta que se acostumbren al sistema.

Dales la libertad de que se inventen las consecuencias de una mala tirada. Si se niegan a jugar siguiendo el espíritu del juego, dales en la cabeza. Dales DURO. De igual forma, si sacan seises y se quedan en un ni fu ni fa, proponles un resultado muy bueno y sugiéreles que si le siguen la corriente a la historia, la efectividad de sus personajes se verá incrementada de forma dramática.

Intenta contagiarles la idea de que aunque la acción se desarrolla de forma lineal (como una historia), el acto de creación de la historia no es lineal. Esto significa que además de poder tontear con la secuencia temporal de la partida (usando los confesionarios, por ejemplo), también puedes dirigirla sabiendo que ya ha sucedido todo y que ahora simplemente se está viendo lo que ocurrió. En otras palabras, una partida es como crear un documental sobre «un día en la vida de InSpectres», y la historia que surja será parecida a ver el metraje sin montar.

Oh, y casi puedo garantizarte que en cuanto un jugador haga un confesionario, los demás también querrán armar follón con el suyo. ¡Anímalos! Y oye, tú relájate y métete en la partida tanto como tus jugadores. Está claro que como director de juego de InSpectres eres una persona de una sensibilidad refinada y excepcional.

Aquí lo tienes, InSpectres, un juego de rol sin listas de monstruos, complejas reglas de combate, aventuras prediseñadas o ficción barata. ¿Por qué? Porque espero que estas reglas te hayan dado las herramientas necesarias para que te inventes cosas mejores de lo que a mí se me podrían ocurrir. Y mientras que hay muchos juegos de rol que son simplemente las sobras calientes de la campaña de otro grupo, InSpectres es más como una clase de cocina. El objetivo es darte los ingredientes y técnicas necesarias para crear tu propia y deliciosa obra maestra.

Disfruta del juego… ¡esto no es neurocirugía!