Hay jugadores que se centran en la acción y no son muy cuidadosos a la hora de elegir personaje. Otros, sin embargo, necesitan coherencia y un escenario muy cuidado y disfrutan cuando la partida está plagada de detalles. Esto supone un reto para el director de juego, que ha de prestar especial atención a la partida poniendo en consonancia varios factores: la historia, la acción y la ambientación. Precisamente para facilitar este trabajo, hay creadores que apuestan por ofrecer a los jugadores una gran variedad de escenarios con la historia muy bien descrita y llena de pequeños detalles que van desde las relaciones entre personajes hasta la descripción de todo tipo de escenografía. Para este tipo de jugadores que disfruta de los matices existen títulos como Slang, Vampiro V20 o El Reino de la Sombra, que ofrecen una ambientación muy trabajada y que hará las delicias de los participantes cuando se sumerjan en alguna de estas aventuras.
Dando rienda suelta a la historia
Una de las grandes ventajas para quien dirige es que puede centrar su esfuerzo en preparar la historia y la dirección de la partida, ya que la ambientación está a su disposición en el manual. Estos títulos pueden dar solución a un problema habitual en jugadores neófitos: el grupo quiere ir hacia el norte pero el director de juego no ha preparado nada en esa dirección porque la acción sucede al este. En lugar de intentar guiar a los jugadores hacia el camino «correcto» no tendrá más que buscar en el manual el escenario que hay tras la colina al norte e introducirlo en la historia, acabando con esa zona en blanco.
Este tipo de aventuras ayuda a la inmersión, porque permite controlar la historia de una manera más segura. Para quienes se inician en ese escenario es una forma de actuar en todas direcciones y para quienes ya conocen el mundo es mucho más dinámico. Mientras que hay jugadores que disfrutan del descubrimiento de lugares nuevos, los hay que prefieren tener todo controlado y conocer los detalles del mundo para moverse con más seguridad y teniendo una sensación de inmersión más auténtica. Saben que si necesitan algún conjuro mágico podrán acudir a la Torre del Hechicero y pedir ayuda a alguno de los magos que mora en su interior, por lo que la misión será mucho más sencilla y directa que si tienen que andar preguntando dónde encontrar un mago en la ciudad.
Mundos abiertos
Al contar con una ambientación tan meticulosa, son historias que se prestan a las partidas sandbox. En estos casos, el jugador tiene mucha más amplitud de movimiento y el director de juego, a su vez, tiene gran parte de su labor ya predefinida al contar con la ambientación hecha. Así, en El Reino de las Sombra, es posible visitar la ciudad de Teshaner para hacerse miembro de la Milicia, bajar a las Alcantarillas y formar parte del Gremio de la Mano Silenciosa y descubrir la salida secreta de la ciudad. Allá donde vayan los personajes encontrarán una nueva aventura que será introducida en el relato. Precisamente por eso son títulos que pueden ser de gran ayuda a jugadores neófitos que puedan desconocer parte de la mitología o imaginario de la historia. Es difícil que la partida se atasque, porque en cada lugar se describe profusamente qué hay y qué misiones o enemigos pueden aparecer en cualquier parte del mapa. Además, es posible combinarlas entre sí, de forma que las campañas pueden cambiar aunque se visiten escenarios ya conocidos anteriormente. Siguiendo con el mismo título, El Reino de las Sombra cuenta con más de treinta aventuras que pueden combinarse dependiendo de la dirección que tomen los jugadores.
Estos escenarios de campaña permiten, además, recrear otras aventuras fuera de las que aparecen en el manual, ya que los detalles contados en el juego ofrecen gran cantidad de información a la hora de crear nuevos escenarios. De esta forma, los jugadores podrán afrontar nuevas situaciones en escenarios que ya conocen o descubrir nuevos lugares a lo largo de la partida.
Clanes y bandas: relaciones entre personajes
Las relaciones entre personajes tienen que seguir una coherencia para que la historia tenga sentido. En estos juegos, esta parte de la trama también está muy cuidada. Cada personaje no jugador se relaciona entre sí de manera mucho más cercana y está completamente delimitado en la historia. La existencia de bandas, clanes o razas que acotan la personalidad y el comportamiento de los personajes ayudan a recrear la historia.
Un buen ejemplo lo encontramos en Vampiro V20: los diferentes clanes están conformados por distintos tipos de vampiro que interaccionan entre sí de manera acorde a su clan. Por ejemplo, para los Nosferatu los Gangrel son buenos tipos, los Malkavian son vampiros que provocan grima y los Tremere son personajes turbios. A su vez, los Tremere ven a los Nosferatu como unos siervos útiles a los que dominar. Y a pesar de las rencillas, es importante mantener la compostura ante los ojos de los mortales, ya que el Príncipe de la Ciudad podría pedir cuentas a aquel vampiro que haya incumplido las normas de la Mascarada. Este tipo de relaciones, tan marcadas y bien delimitadas, ayuda a que los jugadores puedan interpretar su personaje de manera mucho más adecuada haciendo que el juego sea mucho más coherente.
Conociendo todos los detalles
Aunque hemos comentado que son juegos buenos para jugadores poco experimentados que no conocen muy a fondo la ambientación, lo cierto es que este tipo de juegos también son los preferidos de algunos jugadores veteranos. Estos participantes consideran que la narración es mucho más fluida, ya que tanto director de juego como jugador conocen los entresijos de la historia. Esto ayuda a que los jugadores hagan la historia mucho más natural: saben cómo comportarse, dónde deben ir y qué objetos no deben llevar a un determinado lugar para pasar desapercibidos. Un jugador experimentado de Slang sabe que si debe entrar en el territorio de los Crips, llevar símbolos neonazis puede ser una gran amenaza para su seguridad o que si hay una cafetería en la que sirvan café con tortitas es una parada obligada para descubrir nueva información sobre el caso que están investigando.
Estos pequeños detalles hacen que el juego sea mucho más natural, la historia se vuelva más rica porque todos conocen los detalles implícitos. Incluso puede crearse un ambiente de complicidad entre los jugadores que apenas tienen que explicar lo que quieren para que el resto de la mesa sepa anticipar sus movimientos. Los jugadores incluso pueden llegar a ayudar a crear la trama sin saltarse las normas del director de juego y sin llegar a hacer meta rol, ya que conocen todos los detalles de la ambientación en la que están llevando a cabo la partida.
Por supuesto, las ambientaciones profundas son solamente una de las opciones posibles a la hora de jugar al rol. Otra vertiente es la de los juegos donde la improvisación de la historia es la clave para pasar un buen rato. Por ejemplo, hace poco os presentábamos Vampire City, un juego sin director donde los participantes negocian cómo avanza la historia. En este tipo de juegos la ambientación no está preparada sino que se construye sobre la marcha. Ambos estilos de juego son compatibles en nuestra colección de rol; dependiendo de qué tipo de partida queramos echaremos mano de un estilo u otro.
En resumen, los escenarios de campaña con una ambientación profunda presentan otra experiencia de juego donde no hay ningún cabo suelto. En Nosolorol Ediciones ponemos a tu disposición varios juegos con una ambientación intensamente cuidada para que disfrutes de esta experiencia sea cual sea la temática que prefieras. Desde la fantasía clásica hasta el más puro espíritu Tarantino, y otros títulos que tenemos en preparación para que disfrutes de una experiencia única durante tu partida de rol.
