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Aunque los juegos de rol son relativamente jóvenes – todavía no han cumplido los 50 – ya sí que podemos hablar de varias generaciones de jugadores. Muchos de ellos ya son padres o tíos y se preguntan cómo introducir a los pequeños de la casa en esta afición. «¿Puedo jugar con mi sobrino de cuatro años?», se preguntan muchos jugadores de rol. «Pero ¿es bueno para los niños?», piensan algunos padres que no han tenido contacto con el rol. La respuesta a ambas preguntas es la misma: sí.
Aunque al hablar de juegos de rol es habitual que pensemos en preadolescentes o jóvenes adultos, lo cierto es que este tipo de ocio también puede utilizarse con un público más pequeño como pueden ser los niños. De hecho, es un entretenimiento lúdico que puede ayudarnos a reforzar determinadas conductas o mejorar aspectos del desarrollo emocional de los niños a través de una actividad de ocio.
Al igual que ocurre con los juegos de rol tradicionales, los que están enfocados a los niños siguen las mismas pautas: los jugadores tienen que interpretar un papel y tomar decisiones para resolver la situación que se plantea, y cuyo final está condicionado por las decisiones del jugador.
La principal diferencia con los juegos de rol de adultos suele estar en la dificultad de las normas: mientras que los diferentes sistemas que pueden encontrarse en el mercado como NSd20, Hitos o BRP cuentan con reglas algo más complejas que incluyen condicionantes como aspectos o tablas de dificultad, los juegos de rol enfocados a niños son mucho más simples, precisamente para que los pequeños puedan entenderlos.
Los beneficios de los juegos de rol en los niños
Cuando se piensa en juegos infantiles, los padres que no juegan a juegos de rol no suelen pensar en este tipo de entretenimiento. Sin embargo, sin saberlo, más de una vez han participado en “juegos de roles” con los hijos cuando juegan a las casitas, a los médicos o a ser animales en una selva. Y es que los juegos de rol, en el fondo no son más que eso: la interpretación de un papel y el desarrollo de una situación inicial que desemboca en una serie de acciones orientadas a la diversión. Por ello, los juegos de rol adaptados a los niños, además de ser una actividad lúdica que ofrece grandes dosis de diversión, también son muy beneficiosos para su inteligencia emocional y su creatividad.Al ser una actividad puramente imaginativa, los niños desarrollan la expresividad, la comunicación y la empatía. Tienen que trabajar en equipo y se ponen en el papel de los demás, interpretando un papel que les ayuda a pensar como otras personas a la vez que realizan una actividad en equipo. También les permite encontrar nuevos puntos de vista y desarrollar un pensamiento resolutivo. Lanzando dados y leyendo sus resultados practican la aritmética y la fluidez en el manejo de números. Este desarrollo mental les ayudará en el futuro al afrontar tareas artísticas y de cálculo.
Además, refuerza notablemente su autoestima, ya que sienten que son capaces de llevar a buen puerto la actividad propuesta por el director de juego. Esta actividad también consigue eliminar prejuicios y diferencias entre niños y niñas que, por desgracia, en otros juegos siguen estando presentes. En el rol niños y niñas pueden jugar por igual e incluso intercambiar los papeles para que aprendan a convivir de manera creativa y solidaria.
Otro gran beneficio del rol es que es posible utilizarlo como una herramienta para superar miedos y mejorar determinadas conductas. Muchos niños que juegan a rol, por ejemplo, son mucho más desenvueltos y habladores que en el día a día, ya que se dejan llevar por la imaginación y acaban con esa barrera que los hace ser introvertidos.
El juego puede utilizarse también como una herramienta para transmitir valores de una forma sencilla de entender para los más pequeños, ya que al utilizarlos durante la partida lo asimilan de una manera mucho más fácil.
Primeros pasos
Una vez vistos los beneficios que otorgan los juegos de rol en los niños, seguramente muchos os preguntaréis por dónde empezar. Hay padres que están ansiosos por compartir sus aventuras con los pequeños de la casa o tías que quieren iniciar a los sobrinos en un entretenimiento alternativo. Precisamente por estas ganas es por lo que se suelen obviar diferencias importantes en el rol con los más pequeños: los niños no prestan la misma atención que los adultos, se cansan y necesitan de unas reglas mucho más simplificadas para poder jugar de una forma rápida y fácil. Por eso, comenzar directamente con un juego clásico no es la mejor opción. Ya habrá tiempo de que se aficionen y jueguen con nosotros a Cultos Innombrables o El Reino de la Sombra. Pero ahora no es el momento.
Lo primero que hay que tener en cuenta es la edad. ¿A partir de cuántos años pueden jugar? Depende del juego y del niño. Por norma general, los pequeños suelen tener una imaginación desbordante, pero no todos son igual de extrovertidos ni se divierten por igual contando historias, así que es importante adaptar todo lo que podamos el juego al niño. En Nosolorol Ediciones queremos compartir esta afición con toda la familia y por eso contamos en el catálogo con varios juegos enfocados directamente a un público infantil. De esta forma podrás iniciar a los pequeños de la casa en este entretenimiento y pasar horas y horas jugando con ellos imaginando mil y una historias que tendrán que desarrollar con su imaginación.
Para los más pequeños de la casa está Pequeños Detectives de Monstruos, que hace que los niños pasen un rato divertido, reforzando además conductas y habilidades propias de esta edad. Con unas ilustraciones propias de cuentos infantiles y una edición muy llamativa y cuidada, este juego es apto para niños a partir de tres años. El sistema es realmente sencillo para que sea fácil y claro para los niños –con un 6 en el dado se hace todo muy bien y con un 1 se falla estrepitosamente– y lo único que tienen que hacer es dejarse llevar por su imaginación. Las partidas se basan en buscar monstruos y ayudar a las personas que han solicitado la ayuda de la agencia de detectives a la que pertenecen estos pequeños jugadores. Lo mejor es que puede jugarse sobre el papel o narrando la historia y haciendo que los niños participen o incluso en la propia casa al estilo del rol en vivo, haciendo que sea mucho más divertido.
Aunque siempre es necesaria la ayuda de un adulto que guíe la historia y les lea algunos detalles sobre los monstruos y las investigaciones, lo cierto es que pueden jugar niños pequeños, ya que no es necesario que escriban ni que lean nada, aunque solamente los que son más grandes pueden hacerlo.
El sistema de recompensas a través de puntos canjeables por objetos que ayudan en la siguiente partida es muy útil para los pequeños. Además, los niños reciben recompensas y medallas físicas (en pegatinas incluidas con el libro) que les ayudan a mejorar su autoestima, y potencian las actividades en grupo y la relación entre otros iguales.
Para niños un poco más grandes está Do: Peregrinos del Templo Volador, apto para jugadores a partir de 12 años. Este tiene una particularidad: no es un juego de rol al uso, ya que no hay un director de juego, sino que todos los participantes se convierten en narradores en cada turno. Aunque el juego cuenta con una estética que nos recuerda a las historias orientales, la gran ventaja de los juegos de rol es, precisamente, su adaptabilidad. En este caso ocurre igual: aunque cuenta con una ambientación marcada en el manual, los padres, padrinos y tíos pueden adaptarlo al universo que más guste a los niños para así hacerlo mucho más accesible para ellos.
Otro juego apto para adultos y niños que ofrecemos en Nosolorol Ediciones es La Torre de Rudesindus, donde los jugadores se convierten en pequeños seres llamados lutines a las órdenes de un mago que les encomienda tareas cuando se ausenta de su torre. Los lutines son seres astutos y mágicos pero con una debilidad: las tareas más sencillas se convierten en titánicas misiones debido a su pequeño tamaño. Es una dinámica muy divertida con la que se puede jugar a niños de en torno a ocho años con cierta soltura bajo la supervisión de un adulto. Cuando son un poco más mayores, en torno a los doce o trece años, ya pueden desarrollar partidas en solitario gracias al sencillo sistema de juego.
Cómo elegir la temática
Escoger un juego de rol adecuado para niños puede parecer difícil al principio. Sin embargo, sólo hay que escuchar un poco a los pequeños y conocer sus gustos para dar con la tecla adecuada. ¿Le gustan los cuentos de hadas, los piratas, las naves espaciales? Estos universos son tan abiertos que es muy fácil adaptar los juegos a esta ambientación. Por ejemplo, podemos resolver misterios y jugar con los gamusinos de Pequeños Detectives de Monstruos en una nave espacial o a bordo de un galeón pirata.
En estas edades, los niños suelen tener como referente algunos personajes de dibujos animados que incluso suelen tener sus propios juegos. Personajes como Gormiti o Pokemon triunfan entre los pequeños con juegos de cartas coleccionables cuyas reglas aprenden rápidamente. Y ese factor puede ayudarnos a desarrollar un juego, con unas reglas básicas ya creadas con las que jugar, pero adaptándolo a la temática que prefieran los niños.
Un buen momento para jugar es una reunión familiar o un cumpleaños. Es importante que el pequeño se sienta cómodo para poder vencer su vergüenza inicial y así el juego sea mucho más fluido. Para que la experiencia sea completamente satisfactoria, la historia puede girar en torno a algo que él proponga, para que así se implique mucho más en el desarrollo de la historia.
En definitiva, en Nosolorol Ediciones consideramos que los juegos de rol no están limitados a una edad, sino que la iniciación a este tipo de actividad lúdica puede realizarse a cualquier edad, siempre y cuando la temática sea acorde a las preferencias y necesidades de los jugadores. Por eso en nuestro catálogo contamos con una amplia variedad en juegos para que personas de todas las edades disfruten del rol en cualquier momento y seguimos buscando nuevas aventuras que ofrecer a nuestros clientes.