La no-muerte provoca muchas crisis de fe. El devoto cristiano podría dejar de creer en la santidad de la vida y el perdón de Dios Todopoderoso. El musulmán podría no lograr reconciliar su propia experiencia con las enseñanzas del Corán sobre la muerte como una larga noche de sueño en la que, al morir, el individuo descubre de inmediato su destino en el cielo o el infierno. El hinduista espera que su atman renazca en un nuevo cuerpo sólo para verse encerrado en su propio cadáver Condenado y no-muerto.
Basta para alejarle a uno por completo de la fe y, aun así, los vampiros descubren nuevas creencias. Siempre habrá grandes misterios en el mundo y la fe ha proporcionado respuestas y consuelo a millones, quizás a miles de millones, de humanos allí donde no hay respuesta alguna.
El vampirismo es un estado aterrador en el que encontrarse. Es natural que los Vástagos se unan para encontrar sentido, propósito y, a veces, salvación en su lucha en común. A veces es en servicio de un poder superior, a veces examinando la Bestia interior y en raras ocasiones lleva a trascender más allá de los instintos básicos de un vampiro.
Todas las religiones presentadas en este capítulo existen dentro del Mundo de Tinieblas; algunas son instrumentos de
la fe vampírica prominentes, mientras que otras simplemente existen en los límites de la sociedad vampírica. En tu crónica, éstas podrían actuar como trasfondo, red de apoyo, la fuente de poderosos Mawali o de horripilantes antagonistas.
Los Buscacenizas «Estamos a un clic de convertirnos en el siguiente paso de la evolución Cainita. A una persona más que lo comparta de alcanzar la iluminación. A un algoritmo de ser dioses. Éste es nuestro camino para compartirlo y comprender lo que ha sido antes que nosotros».
— Amber Freeman, influencer Crepuscular y yoguini del Instituto de Cenizas.
Los Buscacenizas son un nuevo movimiento filosófico dentro de la enredada red de las prácticas religiosas vampíricas. Estos yoguis nacen de las cenizas literales de la actual Guerra de la Gehenna; un culto construido en torno a comprender que puede haber otras formas distintas a la Diablerie para evolucionar los poderes de los Crepusculares. Los Buscacenizas y su conglomerado más amplio (El Instituto de Cenizas) poseen un dogma de múltiples facetas, pero que se resumen en una parte de culto bacanal extático y otra de firma de minería de datos y un sano desdén por la sociedad vampírica. Vistos como «los otros» por los Vástagos corrientes, los Buscacenizas han aceptado su propio aislamiento al regodearse en los mayores placeres de la vida y jactarse en redes sociales. Aunque esta bravuconería es vulgar para algunos, al disfrutar su existencia, o cierta apariencia de la misma, los Buscacenizas recuerdan lo que pierden si se entregan a la Bestia. Es también una forma de decirle a la Camarilla «que te jodan, los Crepusculares están aquí para quedarse».
El movimiento Buscacenizas es reaccionario, está construido a partir de una búsqueda de supervivencia y desilusión con facciones políticas, como la Camarilla genocida, que no ocultan su caza de los Sangre Débil. Aunque están aquellos Vástagos que simpatizan con los aprietos de los Sangre Débil, este culto es visto ahora como una amenaza clara para la sociedad vampírica.
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