El linaje hace referencia a los rasgos biológicos heredados de un personaje, aquellos independientes de dónde nazca. Un linaje suele abarcar los poderes innatos (mágicos o de otro tipo) y los rasgos físicos, como la visión en la oscuridad o las alas que le permiten volar, además de los rasgos que describen el tamaño, la velocidad y la esperanza de vida. Es aquello con lo que has nacido, no importa dónde lo hayas hecho. Algunos ejemplos de linaje son enano, elfo, humano, kobold y orco.
El legado, en cambio, son los rasgos aprendidos de un personaje. Se trata de los elementos culturales que influyeron en él durante sus años de formación, y abarca lo aprendido de su familia, de la comunidad y de otras figuras de autoridad. Los elementos que suelen formar parte de un legado son los valores de comportamiento, el dominio de habilidades y herramientas, el entrenamiento en armas y armaduras, los idiomas y las habilidades mágicas aprendidas, como la capacidad de lanzar un hechizo específico.
Algunos legados están fuertemente asociados a elementos clásicos de un linaje, pero no hay razón por la que tu personaje no pueda haberse criado en un entorno no estándar. Los personajes heroicos a veces tienen orígenes inesperados y tu personaje puede haberse criado entre una comunidad típica de su legado o haber tenido una vida totalmente distinta. Algunos ejemplos de legados son; cosmopolita (habitantes de la ciudad), de arboleda (habitantes del bosque) y de la piedra (gente de la montaña).
En la Guía del Jugador de Tales of the Valiant podrás encontrar muchos linajes y legados de carácter general, preparados para usarse directamente. No obstante, en tu campaña no tienen por qué ser así, y siempre puedes escribir herencias para tu propio mundo de juego. Los linajes ofrecen una oportunidad para cambiar tu mundo, mientras que los legados son una gran herramienta para adaptar la experiencia de Tales of the Valiant a tu propio estilo.
