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Ten estas palabras en mente cuando mantengas diálogos como personaje y quizás mientras piensas en la crónica entre sesiones. Te ayudarán a que tus partidas sean aún más inmersivas
Los Clanes no están definidos o limitados por geografía, fronteras nacionales o culturas mortales, son cosas totalmente distintas; pero tanto miembros como ajenos suelen cometer el error de fusionarlos. Tu Clan no es tu empleador o tu comandante militar. En el mejor de los casos, es tu familia lejana y, tras unas décadas de los caprichos de tu Sire, probablemente trates de mantenerla bastante lejos.
Los vampiros influyen. Son manipuladores, no dictadores. No pueden controlar siquiera su propia Ansia. Fundamentalmente, el control indica un poder completo sobre algo. Puedes controlar tu coche o a un personaje en un videojuego. ¿Puede realmente alguien controlar una fuerza policial o a los medios locales? Improbable, pero es posible tener una influencia importante sobre esas instituciones. Influencia. Ésa es una palabra mejor, y también permite diversos grados y matices.
Como «manipulación», la corrupción parece algo que los vampiros hacen por defecto. Así, la palabra significa... bueno, no significa nada en este contexto. ¿Quién corrompe a quién y por qué? ¿Viene la corrupción de fuera: un policía que acepta sobornos? ¿O de dentro: un gerente de casino que desfalca? ¿O del sistema que sólo permite acceder con influencia? Piensa en la puja de quién necesita superar el vampiro y en qué divisa.
Tu vampiro escapa para combatir otra noche, no día. Despierta dentro de tres noches. El día se aplica únicamente al día literal, como cuando los Ghouls hacen sus cosas y abren los bancos.
Los Vástagos creen ser humanos, un depredador más puro, quizás, o un animal más corrupto, pero se aferran a su Humanidad mientras puedan creer en un ápice de ella. Usan la palabra «mortal» para referirse a los humanos que no son vampiros.
Acabamos de decir que los vampiros manipulan, pero ellos (o al menos tú) deberían concretarlo un poco: manipulan todo lo que pueden, después de todo. ¿Qué manipulan, en esta conversación o contexto, y cómo? No digas «la Príncipe manipuló a los manifestantes». ¿Tenía agentes alborotadores en la multitud? ¿Pagó a su comité de organización? ¿Sobornó a un policía local para que hiciera algo atroz que sabía que provocaría un disturbio entre los manifestantes? Incluso si la Príncipe guarda el secreto, otros pueden ver los efectos de sus acciones.
Esto se aplica sólo a esbirros literales: gente como Criados, Ghouls y otros que hacen exactamente lo que les dicen. Un camarero te sirve. Activos con más libre albedrío pueden inconscientemente servir a un objetivo, pero si un vampiro afirma que la policía le sirve, está siendo grandilocuente en el mejor de los casos y vanidoso en el peor. En cualquier caso, es vulnerable ante un enemigo con mejor comprensión de las relaciones de poder. Y al hilo de eso...
¿Cuál es tu apellido? ¿Sirves a tu familia? ¿Cuál es tu nacionalidad? ¿Sirves a tu nación? No, sólo eres una persona. Eso es lo que es tu Clan, es sólo otra característica. Hasta los Justicar que sirven a la Camarillasirven ala Torre de Marfil, no asu linaje de sangre. Los Tremere cometieron el error de poner el Clan por encima de cualquier otra consideración y pagaron su error tras la caída de Viena.
La Camarilla dice Vástago, como la mayoría de vampiros de más de unas décadas. Con el retorno de la Herejía Cainita y las atrocidades del Sabbat empujando a los Lasombra de vuelta a la sociedad de los Vástagos, el término Cainita ha tenido un resurgimiento. Los folletines hicieron del término «vampiro» algo demasiado vulgar para la propia imagen de la Camarilla tras 1800, usado casi por completo por Caitiff de forma irónica o como pulla contra sus supuestos superiores. En las noches actuales, cada vez más Crepusculares reclaman la «palabra por V», otra razón más para que los Vástagos más viejos se desesperen con la nueva generación.
Los vampiros están no-muertos. Tienen no-vidas. Existen. Crean sus refugios en ciertos lugares. No moran en cualquier parte, y no ven lo que la vida tiene que ofrecer.