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Los consejos y técnicas que vas a leer a continuación están extraídos del manual de Cazador: La Venganza, pero pueden usarse tal cual en cualquier juego de Mundo de Tinieblas como Vampiro: La Mascarada o tu juego de rol favorito. ¡Verás que son extrapolables a cualquier ambientación!
Una historia carente de sorpresa es probablemente una historia que falla. Los juegos narrativos, gracias a confiar en los rasgos de los personajes, las reglas y los dados (junto con la ausencia de diálogo guionizado), tienen en gran medida la sorpresa integrada de serie. Como Narrador, querrás delinear la «trama» del juego, pero estate preparado para que tus personajes te informen de que tienen ideas totalmente distintas.
Como alguien dijo una vez: «No estás creando el guion de una película o una novela, sino proponiendo una secuencia de escenarios y fabricando el tejido conector que hace que se relacionen entre sí». Recuerda: si lo que deciden tus jugadores desbarata tus planes, tal vez lo que querías hacer es escribir una novela, no jugar a un juego de rol.
Sí, una trama llena de horror físico y caos sanguinolento podría parecer el lugar equivocado para incluir posibles risas. Sin embargo, ten en mente que los servicios de urgencia recurren al humor negro para sobreponerse al trabajo diario, y ser capaces de volver un día y otro y otro.
Recuerda que el universo consiste en incontables cosas en improbable yuxtaposición. Ese desliz freudiano en el cartel de ese tugurio de comida rápida; la ardilla que huye sin una razón que los simples humanos puedan discernir y que incluye un salto digno de dibujos animados en una carrera enloquecida; algo de basura quemada cuya superficie recuerda de forma lúgubre a payasos tristes... Incorporar tales detalles a una crónica añade vida a tus historias, incluso aquellas cubiertas de oscuridad.
Otro medio de integrar el humor en los procesos es mediante los personajes del Narrador, no sólo a través de lo que dicen, sino cómo se enuncian las cosas.
Quizás lo mejor de que los jugadores se acostumbren a que lo absurdo surja de forma espontánea en una crónica de Cazador: La Venganza sea que de vez en cuando puedes revelar indirectamente que la extrañeza en apariencia benigna no lo era en absoluto.
Resulta que esa ardilla estaba saltando sobre lo que parece un ojo humano arrancado sin motivo. En el camino de vuelta, al pasar por el tugurio de comida rápida, los jugadores recuerdan que esa franquicia apareció en las noticias por algo siniestro que apenas logran recordar. La basura con cara de payaso entorna los ojos ante los personajes antes de emitir un chorro de maldiciones. Recuerda: el terror y la risa están relacionados de múltiples formas, sin que la menor de ellas sea moldear a uno en el otro.
Otro consejo para tus partidas podría ser pedir a los jugadores que escriban temas y situaciones que no consideren aceptables. Dado que la situación de cada uno es distinta, y dado que una lista así es sin duda personal, si el Narrador solicita una lista de cada jugador, la lista conjunta debería mantenerse totalmente en privado.
Ten en cuenta que si tu juego sirve como refugio ante los horrores reales que se desarrollan más allá de su entorno ficticio, arrastrarlos a la pandemia, abusos sexuales, odio o violencia racial/étnico/religioso y asuntos similares demasiado presentes en las noticias actuales podría ser nocivo para uno o más participantes.
La medida en que un Narrador se sumerge en los detalles varía de forma clara. Primero, es importante definir qué no son estos distintos modos. Asustar a alguien difiere mucho de alarmarlo; lo primero conjura un estado mental, una serie de sentimientos; lo segundo es un ruido alto e inesperado.
Si a todo el mundo le parece bien, sé tan gráfico como quieras. Aun así, es vital entender los límites de antemano e igual de importante no dejar que nadie se sienta como un aguafiestas si sus límites no son los mismos que los de otros jugadores.
Recuerda que lo más importante en los juegos de rol, y en la vida en general, es ser buena persona y empático con los que nos rodean.