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La mayoría de las cosas que los personajes hacen durante el juego suceden sin regla alguna que las gobierne: arrancan automóviles, se fijan en extraños, buscan en Google, cargan armas, cruzan calles y hacen miles de otras cosas con la misma facilidad que cualquiera en el mundo real.
Sin embargo, incluso para una actividad normal podría requerirse una tirada si se realiza bajo estrés, con prisa o si algo la obstaculiza. Para las actividades que implican estrés, prisa u obstáculos con frecuencia se necesitan tiradas.
Para empezar, dile al Narrador lo que quiere hacer tu personaje. El Narrador puede decirte que tienes éxito de forma automática. A veces, saltarse una tirada acelera el juego, especialmente para acciones fáciles o rutinarias, o para aquéllas en las que tu personaje destaca.
Pero digamos que el resultado está en duda, como cuando haces algo más difícil de lo habitual, como escalar un risco escarpado, leer en un idioma que no dominas o forzar la cerradura de una puerta. Éstas son pruebas simples.
Para determinar el éxito o no de tal acción, se lleva a cabo una prueba simple. Las pruebas simples funcionan así:
A partir de esta regla básica, se construye el resto de reglas de Cazador: La Venganza: críticos, oposición, margen de éxito de la tirada, trabajo en equipo, gastar Fuerza de Voluntad...
Tras resolver una prueba, describe lo que ocurre con detalles vívidos y acordes con las circunstancias. Para bien o para mal, ahora ésa es la realidad de lo que ha ocurrido. Deja que el resultado de los dados, el ambiente que persigues, la personalidad del personaje que actúa y las circunstancias específicas de la situación guíen tus palabras. Se anima a jugadores y Narradores a ayudarse mutuamente con las descripciones, pero en última instancia es el Narrador quien decide cuál es el resultado de una prueba o control concretos.