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Fading Suns está ambientado exactamente dentro de 3000 años, así que nuestra historia empieza aproximadamente en el año 5020. Nos encontramos en los Mundos Conocidos del Imperio del Fénix. Los planetas que lo componen permanecen conectados entre sí gracias a los portales de salto. Después de la Caída, muchos mundos quedaron perdidos cuando se sellaron sus conexiones de salto. Esta red de rutas de viaje se conoce como la red de salto. El mapa de la red de salto de los Mundos Conocidos muestra el gran abanico de mundos que sirven como escenarios principales para nuestras representaciones de la pasión.
Trazar una ruta de un sistema solar a otro de cualquier manera es imposible; las rutas están integradas en portales, una tecnología alienígena que todavía no se entiende en su totalidad. De ahí que un mundo como Grial solo tenga dos rutas conectadas a él: una hacia y desde Pira y otra hacia y desde Baluarte. Byzantium Secundus, el mundo imperial central, posee ocho rutas de entrada y salida. A la larga, todas las rutas conducen al trono.
Cada mundo está gobernado por una casa noble, aunque unos pocos están dirigidos por una de las órdenes de la Iglesia o un gremio de la Liga Mercantil. Mientras tanto, el emperador se está haciendo cada vez con más mundos.
Fuera del mapa se encuentran los mundos bárbaros, en su mayoría antiguos restos de la Segunda República que los habitantes de los Mundos Conocidos todavía no entienden bien después de que quedaran desconectados del centro de poder durante mil años. Solo ahora el Imperio ha empezado a invadirlos de nuevo.
En el mejor de los casos, los imperios alienígenas fronterizos son neutrales; en el peor, hostiles. La Hegemonía Vau es mucho más avanzada técnicamente que el Imperio, pero por ahora ha intentado mantener sus fronteras cerradas a los humanos. Los habitantes de los Mundos Conocidos temen que los vau los estén usando como peones en algún tablero de ajedrez ancestral en el que pretenden hacerse con todo el espacio. Los simbiontes son criaturas cambiaformas que pueden convertir a los humanos para que formen parte de su sociedad colmena, pero estos últimos luchan con uñas y dientes para evitar que entren y contaminen los Mundos Conocidos.
En este tapiz futurista tiene lugar una fascinante representación de la pasión: una saga sobre los triunfos y las tragedias de sus personajes ambientada en un futuro imaginario. En este contexto se pueden contar muchas historias: desde una epopeya que abarque toda la galaxia hasta la historia más íntima. Tal y como ocurría con las representaciones medievales de la pasión, Fading Suns toca temas que tratan experiencias humanas universales.