Para una aventurera de Corvania, es probable que haya llegado hasta aquí en barco, quizás desde la costa de Margelda. Lo más sencillo es desembarcar en el asentamiento más grande de la Cuenca Glacial, los Páramos del Norte, el lugar en el que comenzarán las aventuras en la tierra del hielo y la nieve. La DJ también puede decidir que la aventurera llegó aquí cruzando Niebla Calma o los Caminos Sinuosos con la ayuda de un guía elfo o enano. En este caso, el viaje hasta la Cuenca Glacial debe comenzar en la cordillera de las Montañas del Sur.
Pero existe una posibilidad muy interesante también, y es decidir que vuestras aventureras nacieron en la Cuenca Glacial. Podéis comenzar la partida en cualquier lugar, pero lo más probable es que sea en un pueblo donde podáis aseguraros de que los personajes puedan conseguir el equipo básico para sobrevivir en el reino del hielo.
Debido al frío, el hielo y la nieve, la Cuenca Glacial difiere significativamente de Corvania. La Cuenca Glacial es más inhóspita que las tierras malditas del sur, y es importante que tanto los jugadores como la DJ lo tengan siempre en cuenta. En este lugar, lo que ha obstaculizado la exploración de los páramos ha sido el clima, no la Niebla de Sangre, que nunca se extendió al norte de Corvania.
Aquí, el clima es un adversario constante, predecible y errático al mismo tiempo. El frío y la nieve son peligros que están siempre presentes, pero, además, una ventisca puede llegar sin previo aviso, la temperatura puede caer en picado durante una semana, o el sol puede brillar sobre la brillante nieve desde un cielo azul.
Una vez determinada la forma en la que las aventureras iniciaron su aventura de la exploración de La Cuenca Glacial, es muy recomendable colocar el gran mapa de la Cuenca Glacial en la mesa y comenzar a explorar. Este mapa además incluye una hoja con nuevas pegatinas para los escenarios de aventuras de este libro (¡y los anteriores de la línea!) y un mazo de cartas con nuevas monturas y artefactos. ¡Las riquezas te aguardan bajo el hielo!
