Product successfully added to your shopping cart
Fading Suns tiene todo lo que el universo de un juego de rol necesita para contar historias de temas tan diversos y exóticos como estos. Historias así se pueden encontrar en cualquier parte: a lo largo de la historia de la humanidad, en nuestro mundo actual y en el futuro imaginado de nuestros héroes. Algunos jugadores han descrito la ambientación del juego como un «fregadero de cocina» porque incluye todo lo imaginable «salvo el propio fregadero».
Los jugadores asumen el papel de caballeros nobles, sacerdotes místicos, astutos mercaderes, lobos solitarios, extraños alienígenas, bárbaros espaciales de mundos exteriores, psíquicos secretos, cíborgs y taimados espías. Pilotan naves estelares para recorrer mundos antiguos y nuevos, y redescubrir lo que se perdió después de la caída de la Segunda República. Por todas partes queda la inquietante presencia de las inescrutables especies alienígenas que existieron antes que ellos y que trajeron consigo la superciencia milagrosa que se usa para viajar a estrellas lejanas.
Como cualquier otro juego, Fading Suns está pensado para ser entretenido, pero los juegos de rol pueden ser más que meros pasatiempos y sus jugadores tener los mismos objetivos artísticos que el autor de una novela, el director de una película o una obra de teatro. Fading Suns es lo que llamamos una representación de la pasión, una saga sobre los triunfos y las tragedias de sus personajes ambientada en un futuro imaginario. En este contexto se pueden contar muchas historias: desde una epopeya que abarque toda la galaxia hasta la historia más íntima. Tal y como ocurría con las representaciones medievales de la pasión, Fading Suns toca temas que tratan experiencias humanas universales.
Su tema principal es la exploración. Cuando miramos hacia las estrellas, nos imaginamos explorándolas algún día. Lo mismo les ocurre a los humanos y alienígenas dentro de tres milenios. Los viajes espaciales no son solo retos físicos, sino también búsquedas espirituales. Siempre que haya algún misterio en el que indagar, la religión surge para ir a su encuentro. A diferencia de ciertas visiones de la ciencia ficción con futuros racionales y tecnocráticos, Fading Suns plantea que los humanos nunca estaremos libres de especulaciones espirituales. Tanto si se trata de las supersticiones de un populacho atemorizado, las escrituras de una Iglesia espacial o poderes psíquicos y ritos místicos inexplicables, cuanto más lejos vayamos en Fading Suns, menos sabremos.
Fading Suns es un juego sugerente y apasionante. Ambientado 3000 años en el futuro (el futuro de cuando se escribieron estas líneas, ¡nunca se sabe cuándo se estarán leyendo!), la historia empieza justo en el año 5020. Religión, feudalismo, viajes espaciales, extraterrestres y astronaves. Es difícil encontrar una ambientación más rica.