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Los antiguos portales de salto anunnaki, imperecederos, como centinelas que vigilan los confines de todos los mundos solares conocidos, son una fuente inacabable de curiosidad y asombro. A diferencia de otras tecnologías, que suelen provocar superstición, miedo o atraer las llamas de la Inquisición, los portales provocan un sentimiento más parecido a la veneración. Según la Iglesia Universal, la muerte del Profeta durante un viaje a través de uno de estos portales «bendijo» todas las rutas de salto para los seres racionales de todos los rincones del universo. Desde entonces, la cruz de salto se ha convertido en su símbolo.
Cada sistema solar tiene un solo portal (a excepción de Pandemonium, que tiene un segundo parcialmente construido), pero en cada uno se pueden llevar a cabo saltos a uno o varios sistemas. Los Aurigas, entre otros, los usan para desplazarse por las estrellas, a pesar de que ignoran en gran medida los principios de su funcionamiento.
Los portales de salto son virtualmente inmunes al daño y además se autorreparan y son resistentes a las tecnologías de escaneo más avanzadas. Aun así, cualquier intento deliberado por dañarlos, ya sea por motivos científicos o sabotaje, se considera traición contra la Iglesia y la corona y se castiga con la eyección al espacio.
Saltos
Los viajes a través de portales requieren un motor de salto y las coordenadas correctas. Pese a que muchas naves modernas poseen motores de salto, las coordenadas son propiedad intelectual exclusiva de los Aurigas.
Utilizar un portal de salto para abandonar un sistema se considera un salto activo, mientras que la llegada al otro lado es un salto pasivo. Los saltos entre portales son unidireccionales. Si el lugar de destino tiene una fila de naves esperando para saltar en la dirección opuesta, no podrán hacerlo hasta que sean capaces de activar el portal desde su lado. Como la comunicación efectiva entre los portales es imposible, en cualquier momento pueden llegar naves (salvo durante los segundos en los que el portal se activa para enviar naves), lo que vuelve imprescindible mantener un espacio de vuelo despejado alrededor del portal para evitar colisiones. Cuando un portal se activa, se produce un chisporroteo de luz alrededor de los portales en ambos lados que avisa de que se acerca una nave. Los portales requieren una cantidad de tiempo variable para reiniciarse después de cada salto, durante la cual ninguna otra nave puede viajar desde ese lado, a menos que tenga una llave de reinicio.
Llaves de salto
Las llaves de salto, principal monopolio de los Aurigas, son dispositivos cilíndricos ingeniosamente elaborados que contienen coordenadas de salto y códigos de acceso. Técnicamente, estos datos de salto pueden ser almacenados en cualquier máquina pensante (como solía hacerse durante la Segunda República), pero los Aurigas han estandarizado la tecnología para que solo sea accesible por medio de llaves encriptadas. Es posible encontrar llaves ilegales, pero la posesión de una de ellas puede conllevar una multa, prisión o incluso la muerte.
Una llave puede contener más de una ruta, aunque este tipo de llaves suele pertenecer a los Aurigas de mayor rango. Se rumorea que el emperador posee una «llave de obsidiana» que contiene todas las rutas de salto de los Mundos Conocidos.
Las llaves tienen características mecánicas que las hace parecerse a rompecabezas, y los Aurigas reciben instrucciones sobre cómo desbloquear cada una de las que reciben. Si un usuario lleva a cabo varios intentos incorrectos, la llave elimina los datos y envía una señal para alertar a los Aurigas de su ubicación.
Durante los últimos años de la República, los científicos encontraron una forma de reiniciar los portales entre saltos. Estos dispositivos, conocidos como uroboroi (o llaves de reinicio) no son llaves en sí mismas, sino un anillo que se coloca alrededor de la llave cuando se activa. El gremio dejó de distribuirlos por el mal uso que le daban los satraístas. Desde entonces, solo los usan Aurigas de alto rango o de gran confianza. El uso de estos anillos está incluso más restringido legalmente que el de las llaves de salto, pero a veces los utilizan las naves imperiales, las armadas nobles e incluso (para consternación de los herejes) algunos inquisidores. Los poseedores de las llaves de reinicio pueden reiniciar los portales para las naves que esperan, ya sea por dinero o como muestra de caridad.
En definitiva, los portales de salto son el elemento más importante de la ambientación de Fading Suns, ya que permiten el traslado de naves entre sistemas estelares. Sin ellos, las colosales distancias interestelares del universo impedirían del todo la comunicación y el viaje, lo que haría imposible la construcción de una sociedad tan detallada y compleja como puedes encontrar en este juego de rol.
Fading Suns se presenta ahora en una cuidada cuarta edición en tapa dura y a todo color compuesta de tres manuales básicos: el Manual de Personajes, donde se presenta el sistema de juego y la creación de personajes, el Manual del Director, que presenta todo lo que debe tener en cuenta la persona que asuma este papel dentro del juego, y Universo, que presenta de manera exhaustiva la ambientación del juego. Juntos, estos manuales dan lugar a la edición más completa del juego, depurando todo lo que hizo legendario a Fading Suns, pero trayéndolo a las exigencias y calidades que demandan los grupo de juego actuales. Consíguelo en Fading Suns: Pax Alexius Completo