Es la magia o nigromancia aquella arte maldita en la que los malos hombres hacen concierto de amistad con el Demonio, y procuran de hablar y platicar con él para que les revele algunos secretos o les dé favor o ayuda para alcanzar algunas cosas que ellos desean.
La magia es una fuerza muy poderosa, pero que no está al alcance de cualquier persona. Para utilizarla es necesario poseer unos conocimientos mínimos en la materia, conocer las fórmulas necesarias y, lo que es más importante, demostrar una férrea convicción en lo que se hace para que la magia pueda surtir efecto.
En Villa y Corte existen multitud de hechizos diferentes que podrás encontrar en el interior del libro, y cada uno permite al personaje llevar a cabo determinado tipo de efecto mágico: como volverse invisible, volar por los aires, enamorar a otra persona, transformarse en animal y muchísimos efectos más. Todos los hechizos o conjuros cuentan con una serie de atributos y características que definen su poder, naturaleza o uso.
En Villa y Corte no existe ninguna profesión u oficio que disfrute de la exclusividad de la magia. Aunque es innegable que ciertas profesiones lo tienen más sencillo a la hora de acceder a ella, lo cierto es que cualquier personaje puede utilizarla, sin importar su procedencia, posición u oficio, siempre y cuando posea al menos un 60 % en Conocimiento Mágico y otro 60 % en Irracionalidad (IRR). Si dispone de valores inferiores a estos, el personaje no posee ni la convicción ni los conocimientos necesarios para utilizar la magia. En cualquier caso, para facilitar la lectura y comprensión de las diferentes mecánicas de juego, a lo largo del libro llamaremos «mago» a cualquier personaje que tenga la capacidad de emplear magia, sea cual sea su profesión, procedencia o incluso especie. Un mago puede ser, por tanto, una bruja, un hechicero, un adorador de un demonio e incluso una criatura irracional.
Puedes encontrar varios tipos de hechicerías en el mundo de Villa y Corte. En primer lugar, puedes encontrar la magia blanca, conjuros de naturaleza benéfica cuyo estudio o práctica no mancilla el alma inmortal del mago y, por lo tanto, no se ven sancionados por la religión. Por otro lado, la magia negra es todo lo contrario, es oscura y perjudicial y su estudio y uso siempre condena el alma inmortal del mago. También existen hechizos de magia popular, transmitidos de forma oral y cuya naturaleza puede ser tanto blanca como negra, aunque a veces se les denomina «magia verde» cuando están relacionados con el amor y el sexo. La magia alquímica, denominada también «magia roja», se compone de fórmulas y rituales mágicos confeccionados por alquimistas y pseudocientíficos. Por último, la magia infernal se considera siempre magia negra, ya que se trata de hechizos creados por demonios para ser utilizados por ellos mismos o, lo que es más habitual, por aquellos que los adoran y hacen tratos con ellos.
Puedes encontrar todos los detalles, además de muchísimos consejos para llevar la magia a tus partidas y aventuras, en el manual de Villa y Corte.
