Los arácnidas son una especie depredadora, los restos del pueblo del Rey Araña, supervivientes del reino que acabó siendo aplastado por los primeros Grandes Jefes de Karvosti. La existencia de los arácnidas está estrechamente vinculada al Rey Araña y se creía que fueron destruidos junto con su gobernante. Sin embargo, en los últimos años ha habido informes más o menos fidedignos de exploradores que afirman que los arácnidas aún viven en las profundidades de Davokar. Algunos dicen que se han encontrado con grupos de arácnidas cazando en el bosque o buscando artefactos en alguna ruina; otros denuncian que las criaturas secuestraron a alguno de sus compañeros, presumiblemente para convertirlos en esclavos o comida. Los rumores más fabulosos hablan de pirámides habitadas tan grandes como las de Serand, pero semienterradas, cubiertas por densas arboledas y aún por explorar.
Aunque son informes y rumores esporádicos, cada vez son más frecuentes y han dado lugar a especulaciones sobre el posible regreso del pueblo del Rey Araña. Una leyenda ancestral de los clanes advierte precisamente sobre eso: que los arácnidas resucitarán a su monarca caído y emprenderán una nueva guerra de conquista, extendiendo el miedo y la muerte por Davokar. Sin embargo, tal posibilidad parece bastante remota. La mayoría de los relatos de testigos presenciales describen a los arácnidas como ciertamente peligrosos, pero poco más que los patéticos restos de una raza antaño gloriosa que ahora vaga por el bosque como cualquier otra bestia depredadora.
Se dice que desde cierta distancia los arácnidas humanoides pueden ser confundidos con personas, especialmente si se visten atuendos humanos, pero desde cerca sus rasgos resultan inconfundibles: cuatro ojos de araña dispuestos en fila, mandíbulas con glándulas cargadas de veneno, extremidades con siete articulaciones y tres garras en lugar de dedos y un cuerpo cubierto con un áspero pelaje. Puede ser que haya diferentes tipos de arácnidas, ya que algunos informes hablan de ejemplares que, al verse amenazados, se frotan las cerdas para segregar un gas irritante o incluso venenoso; otros afirman que hay arácnidas con la espalda llena de hileras verrugosas capaces de producir telarañas. Eso apoyaría la teoría de que los arácnidas están evolucionando hacia algo cada vez más parecido a una araña, sin saber si el cambio tiene que ver con una fase de madurez o si ocurre tras alcanzar una posición social elevada o algún tipo de transformación sagrada.
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