Todo empezó como una pequeña modificación de otro juego hace muchos años. En la época me encargaba de copiar DVD de series de anime subtituladas en mi entorno, tenía mucho tiempo libre y veía casi todo lo que pasaba por mi PC. Una de las series me inspiró lo suficiente para empezar la idea pero no lo tanto como para continuarla. Sin embargo, es una idea que de forma cíclica siempre volvía.
El diseño del juego tas como es ahora comenzó durante 2014 en una aventura que preparé para unas jornadas. Aquella partida me inspiro a hacer un juego completo con el sistema Hitos, pero no funcionaba como esperaba lo que provocó que experimentara con varios sistemas hasta dar con la clave. Para mi desgracia nada de lo que probaba me daba los resultados que deseaba, hasta que en 2015 conozco el sistema PbtA en dos partidas que me demostraron el potencial del mismo. Es normal que siendo conocido por ser un defensor de PbtA Mahō Shōjo lo usara, pero la historia es al contrario, debido a conocer el sistema y observar sus virtudes decidí cambiar aquel juego a PbtA y me enamoré de ese sistema. Pero lo que dio el empujón real fue una serie de desgracias personales a mitad del año 2015 que me hizo dar un giro a mi vida.
Por aquella época estaba haciendo un juego muy diferente con un componente mucho más oscuro y deprimente, algo que no me estaba ayudando en mi duelo, por lo que necesitaba una visión más positiva. Mahō Shōjo en aquel momento fue una vía de escape y tampoco pensé que terminaría siendo el juego que teneis ahora en 2021. Lo que en aquel momento era conocido como Maho World empezó su andadura de pruebas con grupos de juego en mis círculos cercanos y algunas pruebas discretas en jornadas.
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Durante este tiempo descubrí, además, que este proyecto necesitaba una especial atención. La idea que tenía de las chicas mágicas era muy diferente en la época y me tocó chocarme contra una pared más de una vez. Afortunadamente con el apoyo de varias amigas, testeadoras, foros y miles de horas visionando anime con cuaderno en mano logré sacar adelante el juego. El reto no era solo hacer que cada persona que juegue sintiera que era una chica mágica si no que en todo momento contará con un sabor a anime y no a un juego más. Sin embargo su publicación era muy compleja debido a mi inexperiencia en ese ámbito.
Afortunadamente en 2017 alguien me aconseja ponerme en contacto con Nosolorol, editorial que estaba trabajando en un juego similar, este si Mahō Shōjo, pero que estaba congelado. Ambas partes vimos el potencial de trabajar juntos y decidimos combinar ambos juegos y sus ideas para dar génesis a la versión que ahora sí podéis disfrutar. Por desgracia pasar de un proyecto amater a uno profesional conlleva mucho trabajo, no solo por que había que integrar ambas visiones sino además potenciar aún más las pruebas juego. En los siguientes tres años el proyecto fue creciendo y se incorporó distinto feedback de la editorial y las pruebas de juego cambiando algunas cosas un par de veces de rumbo. Sin embargo creo que se logró llegar a un juego mucho mejor gracias a caminar juntos que si hubiéramos ido por separado.
Fue un trabajo duro pero cuyo resultado creo que mereció la pena y que convirtió mi inocente idea de Maho World en algo más grande de lo que jamás pensé hace años.
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