Una de las opciones más emocionantes de Dune: Aventuras en el Imperio es que podrás crear tu propia Casa noble. No solo crearás su escudo de armas, sino que también decidirás por qué es reconocida y cómo aprovecha el poder en el Imperio. El nivel de poder que tiene la Casa también dependerá de ti. Hay todo un universo de planetas ahí fuera, así que nada te impide tener uno propio. Podrías servir a una Casa Menor recién creada o a una Gran Casa con varios planetas bajo su mando. Pero sé prudente, cuanto más poderosa sea la Casa, más enemigos se granjeará, y el nivel de las amenazas que podrá esgrimir el director de juego contra ti y los tuyos será equivalente a tu ambición.
Solo dos cosas importan en Dune cuando intentas una acción: cómo eres de hábil en aquello que pretendes y por qué lo estás haciendo. La voluntad de triunfar es lo que impulsa a la mayoría de los agentes, no tanto su fuerza o su destreza. Esto añade una gran dimensión rolera a cada tirada que realizas. Cada pelea importa, cada acción implica algo personal.
Si estás atacando a alguien con un cuchillo, es posible que ya hayas perdido la batalla en Dune, donde el conflicto puede adquirir varias dimensiones distintas. Un conflicto es cualquier confrontación en la que luchas contra un oponente para conseguir lo que quieres, pero esos conflictos pueden ser tanto sociales o mentales como físicos. En Dune: Aventuras en el Imperio se detallan cinco tipos diferentes de conflicto y cada uno usa una ligera variación del mismo sistema, para permitirte enfrentarte a tus enemigos en el terreno que elijas y poner en práctica tus habilidades más mortíferas.
Para un agente del Imperio, cada elemento del equipo es solo un medio para alcanzar un fin. Por lo tanto, Dune: Aventuras en el Imperio ofrece varios activos potenciales que los personajes podrían usar al servicio de su Casa. Si bien las armas son útiles, también lo son los dispositivos de escucha. Pero aún son más importantes las pruebas y favores derivados del chantaje. Cualquiera de ellos puede ponerse en juego para darte nuevas oportunidades de desafiar a tus oponentes o para concederte una repentina ventaja durante un conflicto.
Si bien el conflicto suele ser personal, no es necesario que los resuelvas en persona. Los personajes de Dune: Aventuras en el Imperio pueden ser tanto titiriteros como agentes de campo, pues los sistemas permiten luchar tanto in situ como a distancia; incluso entre diferentes planetas. Si bien las apuestas y las opciones son algo distintas, el sistema de base es el mismo. Puedes mover a un grupo de soldados para derribar a un enemigo y guiarlo desde la distancia o acompañarlos directamente sobre el terreno. En persona, tal vez puedas influir mejor sobre la situación si las cosas se tuercen, pero desde la distancia nadie podrá saber que fue tu mano la que movía los hilos.
Dune está repleto de personajes y arquetipos icónicos, y el juego te permite usarlos casi todos como personajes jugadores potenciales. Podrías interpretar a una letal acólita Bene Gesserit, un astuto Mentat, un noble médico Suk o incluso un misterioso guerrero Fremen.
Así pues, esta es una breve descripción general de lo que el libro básico de Dune: Aventuras en el Imperio puede ofrecerte, todo ello sustentado en el galardonado y popular sistema 2d20. Tanto si ya conocías Dune como si no, este juego te ofrece varias formas nuevas y emocionantes de jugar en tan increíble escenario.
Muy pronto seguiremos desvelándote más detalles sobre Dune: Aventuras en el Imperio. Hasta entonces, puedes seguir de cerca todas las novedades y avances sobre tus juegos y suplementos favoritos mediante la sección de noticias y desarrollo de nuestra web, y acude a nuestro formulario de contacto para cualquier duda o sugerencia que tengas.
Basado en el artículo original «Gaming in the Imperium», de Andrew Peregrine.
