Cuando alguien pregunta qué es Villa y Corte, la respuesta más sencilla que se me ocurre es «Aquelarre en el siglo XVII», pues lo cierto es que, básicamente, así nació hace veinticinco años este juego, como un suplemento del juego de rol demoníaco medieval. En sus ciento y pico páginas, Ricard Ibáñez nos ofrecía aventuras, reglas y una descripción de Madrid, los datos básicos y necesarios para pisar la Corte de las Españas en plena época de Felipe IV, aportando un sabor tan especial como propio al juego: espadachines, piratas, pólvora, los Tercios, la Inquisición, etc.
Pero, con el paso de los años, tan rica y variada ambientación demostró exceder en mucho las fronteras de un simple suplemento de juego. Los aficionados a jugar en el Siglo de Oro queríamos más y lo que, en un principio, eran unas notas para crear una descripción pormenorizada del Madrid del siglo XVII para la tercera edición de Aquelarre, se fue transformando, poco a poco, en algo mucho más grande, para poder dar cabida a todos aquellos aspectos de la época que no estaban cubiertos en el manual de juego, como las tretas de esgrima, las nuevas profesiones del Siglo de Oro, la alquimia o las armas de fuego, por citar solo algunas de estas cosas. Y era tal el tamaño que ocupaba todo ello que, al final, los apuntes sobre la ambientación y las nuevas reglas ocupaban más páginas que el propio suplemento sobre Madrid.
Ahí fue entonces cuando nació el actual Villa y Corte, pues eran tantos los cambios que aportaba que creímos necesario desligarlo completamente del juego original y ofrecerlo como manual independiente, tanto por comodidad en el uso como por la ingente información que presentaba de la época, dejando Madrid como suplemento aparte para no perder ni un ápice de información de tan fascinante capital y corte de las Españas.
Además, aunque el sistema de juego de Aquelarre ha demostrado ser muy consistente y sólido, en los diez años que han pasado desde la publicación de la tercera edición han ido surgiendo pequeños defectos que ahora podríamos aprovechar para pulir y corregir, mejorando aún más unas mecánicas de juego con tres décadas a sus espaldas.
De esta forma, aunque utiliza la rica ambientación y el consistente sistema de Aquelarre, Villa y Corte es un juego de rol propio e independiente con todo lo necesario para jugar, escrito y diseñado desde la primera hasta la última página para que los jugadores se sumerjan por completo en las miserias, maravillas y supersticiones de nuestro Siglo de Oro.
Antonio Polo
Abril 2021
Antonio Polo empieza a colaborar en la década de los 2000 en diferentes suplementos de Aquelarre (como Al Andalus o Grimorio), y en 2003 publica su primer suplemento para Aquelarre, Descriptio Cordubae. Colabora en algunos suplementos del juego de rol del Capitán Alatriste y crea un fanzine digital dedicado al juego (Los Papeles del Alférez Balboa), lo que le lleva a coescribir a medias con Ricard Ibáñez el suplemento Las aventuras del capitán Alatriste (publicado de forma digital en 2013). En 2011, junto a Ricard Ibáñez de nuevo, escribe la tercera edición (denominada «la definitiva») de Aquelarre (traducida al inglés en Estados Unidos por Nocturnal Games y Chaosium, y en breve también al italiano). Desde entonces ha sido scriptor del manual básico de Aquelarre, revisor y corrector de buena parte de las obras de la misma línea y ha escrito el suplemento Decameron. También ha traducido de forma profesional diversos suplementos de Pathfinder, Starfinder, El Anillo Único y 7º Mar.
