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Villa y Corte, el xuego de roles demoníaco en aqueste Siglo de Oro, te permitirá vivir aventuras junto a tus amigos en una de las épocas más brillantes de nuestra historia, un periodo de tiempo habitado por algunos de los más grandes literatos, artistas, militares o navegantes que ha tenido España, cuando sus territorios se extendían por buena parte de América, por las Filipinas, por Flandes, por Italia o por África (incluso existían colonias españolas en la India o Persia).
Participa en el mecenazgo de Villa y Corte
Por desgracia, el oro de este siglo es más metafórico que real, pues con libros y cuadros no se ganan batallas, no comen las huestes innumerables de pícaros y tunantes que pueblan sus calles ni tampoco se pueden apagar las hogueras de la Santa Inquisición, que arden altas, avivadas por la intransigencia y el fanatismo. Si a ello se le suman las constantes sequías y plagas que azotaban los territorios hispanos, tendremos como resultado una economía cada vez más debilitada, en manos además de reyes y validos que veían como todos sus esfuerzos para alejar la decadencia a la que se veía abocado el Imperio caían en el saco roto de las guerras y contiendas que, en no pocas ocasiones, habían provocado ellos mismos. En las villas y pueblos de la nación abundan hidalgos, frailes y pedigüeños, que es lo mismo que decir gente ociosa y caballeros del milagro, pues nada aportan a la sociedad. En los campos de Flandes y en los mares de Levante, los viejos Tercios españoles sangran por sus múltiples heridas mientras que, al otro lado de la mar océana, el Nuevo Mundo se encuentra cada vez más acosado por piratas y corsarios de naciones rivales.
Pero, además, y esto es algo que no verás en un libro de historia, en Villa y Corte las creencias sobrenaturales de las gentes no son simples leyendas o cuentos. Son peligrosamente reales. Y creer en la magia, los duendes y los demonios era tan habitual como creer en la Santa Madre Iglesia. Hasta los más cultos de sus habitantes, como religiosos, juristas o teólogos, llenan sus tratados de prodigios y maravillas que aseguran haber visto o escuchado, al tiempo que los más grandes literatos de la época, como Cervantes, Quevedo o Lope de Vega mencionan en sus libros toda clase de encantamientos, hechizos, conjuros y fantasmas. Ocultas en frondas antiguas, ruinas olvidadas u oscuros pasadizos de castillos ahora reconvertidos en palacios, se esconden las viejas leyendas, que se niegan a ser olvidadas. Las gentes prudentes y sabias lo intuyen y las tienen muy presentes, pues saben a ciencia cierta que aún hay secretos en los negros bosques, en las frías tumbas, en los destrozados libros y en los más profundos y oscuros recovecos del corazón de los hombres.
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El mundo de Villa y Corte, en fin, es un lugar tan apasionante como peligroso en el que se dan la mano la espada y la magia, la ciencia y la fe, los ángeles y los demonios. Un mundo en el que lo racional compite con lo irracional. Y viceversa.
Añade tu nombre a la historia de Aquelarre y haz realidad el juego de rol sobre el Siglo de Oro más demoníaco con Villa y Corte. Mantente al día del mecenazgo mediante nuestras noticias. Y no dudes en usar nuestro formulario de contacto para hacernos llegar cualquier duda o sugerencia que tengas.