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Hoy veremos uno de los aspectos clave de la historia que los jugadores descubrirán a lo largo de sus aventuras: los mitos y religiones que conviven en las Tierras Prohibidas.
La religión es primordial en estas tierras, sobre todo a la hora de distinguir amigos y enemigos. La mayoría de los humanos de las Tierras Prohibidas adoran al dios Cuervo o al dios Serpiente que, según la leyenda, los trajo a esta tierra, pero le dan nombres distintos y son profundamente hostiles unos a otros. Después de a su dios supremo, también veneran a dioses menores de la tierra, conectados con la naturaleza y la vida diaria. Los elfos y los enanos creen que son los constructores del mundo, elegidos por sus dioses, mientras que a las demás razas la religión les importa poco.
La mayoría de los humanos están de acuerdo en que un dios al que se conoce como Protector condujo a sus ancestros hasta Corvania cruzando el mar desde su tierra natal en ruinas. Según la leyenda, voló delante de los barcos con la forma de un cuervo con una serpiente entre las garras. Pero el consenso acaba aquí. Los adeptos de al menos tres puntos de vista distintos llevan peleándose desde el Cambio, cuando no se han estado persiguiendo y matando unos a otros por herejía.
Según la Congregación de la Serpiente, el dios permitió que un cuervo lo llevara durante su travesía. El cuervo se considera un ave sagrada, pero no divina, y el dios es la serpiente. Le dieron el nombre de Sierpe y su símbolo es un uróboro retorcido. Al líder de la Congregación de la Serpiente se le llama psicopompo. El psicopompo de Alisea se llama Vipera y actualmente es un anciano. Como no está accesible para quienes han jurado lealtad a la Congregación de la Serpiente en las Tierras Prohibidas, estos han elegido su propio líder, el psicopompo Aspis. El líder de la iglesia lleva viviendo en el pueblo de Puertolejano desde que la ciudad de Falender fuera quemada hasta los cimientos durante las guerras. Aspis alberga el sueño de reconstruir Falender y el templo a Sierpe que había allí. La Congregación de la Serpiente tiene una gran importancia cultural, ya que mantiene una gran biblioteca en Puertolejano.
Según la Iglesia del Cuervo, era el cuervo el que era divino, por supuesto. La serpiente de la fertilidad que llevaba es la madre de las serpientes y de los gusanos que prepararon la tierra para la presencia humana. Llaman a su dios Cuervo y tienen al propio pájaro como símbolo. La Congregación de la Serpiente de Alisea cree que quienes adoran a Cuervo son herejes que hay que perseguir y matar, un punto de vista que los Hermanos Herrumbrosos de Alisita han heredado y afilado aún más. La Congregación de la Serpiente de las Tierras Prohibidas tampoco le tiene mucho aprecio a los seguidores de Cuervo, pero los acepta como una de las pocas fuerzas constructivas. Sin embargo, la Iglesia del Cuervo es respetada por los elfos y los élfidos, aunque no compartan su visión moralizante del mundo. Los seguidores de Cuervo son famosos sanadores y cambiaformas que pueden viajar en forma animal. Luchan contra los Hermanos Herrumbrosos. La Iglesia del Cuervo también venera a la diosa del agua, Raudal, ya que es de gran importancia para la vida.
Los ayeos trajeron la Iglesia del Cuervo a Corvania hace setecientos años, cuando la sacerdotisa Jamharda los condujo desde Alisea para escapar de la persecución. Jamharda era la líder de las Hermanas del Cuervo, un grupo de brujas defensoras de la vida que siguen siendo el núcleo de esta iglesia en las Tierras Prohibidas. Las hermanas del Cuervo son muy populares en los pueblos, ya que ayudan con sus conjuros, rituales y pociones a todo, desde la cosecha y la caza a las enfermedades, pasando por el amor y el nacimiento. Vagan por la tierra siempre en guardia, ya que hay informantes en todas partes y los Hermanos Herrumbrosos pagan bien a cualquiera que capture a una hermana para ellos.
Según los Hermanos Herrumbrosos, el cuervo que condujo a la humanidad hasta Corvania estaba hecho de hierro y la serpiente, de madera, ambos regalos para que la humanidad pudiera hacer armas y herramientas y así dominar el mundo. Son los materiales, no los animales, los que son divinos. La humanidad, al igual que el hierro, debe trabajarse, purificarse y templarse como vehículo de fe, mientras que los no iniciados son menas de hierro en bruto y los herejes son la escoria que debe eliminarse. El hierro es el poder y la fuerza, mientras que la madera es la vida y la enfermedad.
Los Hermanos Herrumbrosos llaman al dios protector Herrumbre y a su esposa, Hema. Rinden culto a ídolos oxidados y figurillas de madera basta que representan a los dioses.
La orden de caballería conocida como Guardia de Hierro es el brazo armado de la Iglesia y responden directamente ante el príncipe herrumbroso Kartorda. Los caballeros suelen montar animales fusionados con criaturas demoníacas. Luchan contra orcos y otros enemigos, pero también llevan a cabo acciones punitivas contra pueblos que han disgustado a los Hermanos Herrumbrosos.
No solo los humanos adoran a deidades, los druidas élfidos veneran a Alfar, un ser sin sexo y poderoso alfarero que domina los oficios, la vida y la magia de la creación. Por su parte, los enanos le rezan a Gran, el dios de la forja, que les encomendó la tarea de expandir el mundo. Los enanos creen que el sol es el fuego de la forja de Gran. Lo llaman Horno de Gran y su objetivo es llegar hasta él expandiendo la Tierra hasta que lo alcancen.
Esto es solo un pequeño avance de lo que podrás encontrar en la caja de juego de Forbidden Lands: una ambientación cuidada hasta el último detalle, sugerente y abierta para todo tipo de aventuras.