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El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer y una de las actividades que se están volviendo costumbre con motivo de esta fecha es enumerar obras y logros de mujeres con el objetivo de visibilizar la contribución femenina a los ámbitos de prestigio de la humanidad. No es un ejercicio banal: tener modelos nos permite fijar unas metas —unos sueños— que de otra manera nunca se nos ocurrirían; metas que, una vez alcanzadas, ayudan a normalizar la presencia de la mujer en mundos tradicionalmente masculinos. Las brechas de género son una traba a esa normalización, y en la creación y edición de juegos de rol la brecha ha sido grande. Pero, con el tiempo y el esfuerzo de todas y todos, esa brecha va disminuyendo.
Desde hace años, Nosolorol cuenta con autoras en su catálogo. Desde Pilar M. Espinosa en las aventuras de Fragmentos (reeditado recientemente como Fragmentos: Final Cut), pasando por Patricia de Blas (Pequeños Detectives de Monstruos y Los Buscaduendes), Edanna Real (Magissa y Scroll), Andrea Iglesias y Paula Torres en Steven Universe: Juego de Rol y la revista Nivel 9, Inma Guzmán en Plenilunio: Tokio 2038 y Ainize Eguiarte en 2084, hasta una servidora, con aportaciones en Cultos Innombrables o Blacksad: Juego de Rol.
También hemos traído al mercado hispanohablante a creadoras internacionales como Sarah Richardson (junto con sus coautoras Whitney «Strix» Beltrán y Marissa Kelly en La Novia de Barbazul), o Misha Bushyager, Lizzie Stark y Anna Westerling y su clan de creadoras de rol en vivo presentes en #Feminism. Sin olvidarnos de las numerosas redactoras en títulos de Mundo de Tinieblas: Rose Bailey (V20), Claire N. Conte (Libro del Wyrm), Christine Beard y Jackie Cassada (C20), Steffie de Vaan (Libro de los Feudos), Freja Gyldenstrøm (Camarilla y Anarquistas) y muchas más.
Pero no quiero hacer un homenaje a las mujeres que vivimos el (y del) rol sin poner en valor a las que trabajamos día a día en la edición de nuestros libros. En España, más de dos tercios de la labor editorial general la realizan mujeres. En el caso concreto de Nosolorol, somos y hemos sido tantas que no puedo mencionarnos una por una: editoras, traductoras, correctoras, ilustradoras, diseñadoras y maquetadoras; compañeras que, codo con codo, aportamos nuestro granito de arena para sacar adelante juegos de rol que nos encantan, porque también ponemos una parte de nosotras en ellos.
Moldeamos las palabras que lees, damos forma a las ilustraciones que ves y matizamos los personajes que interpretas desde una posición discreta, que a veces se pasa por alto, pero sin la cual no sería posible construir las historias que tanto disfrutamos todos.
Lo verdaderamente inspirador es que no estamos aquí solo en marzo. Nuestros nombres no existen solo en este artículo. Llevamos mucho tiempo demostrando que tenemos visión, haciendo el mundo de los juegos de rol tan nuestro como de cualquiera.
Por Edén Claudio Ruiz, editora