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Sin embargo, a pesar de cumplir el papel de directrices morales, las Tradiciones también existen para proteger nuestra supervivencia como especie. Sin algunos acuerdos, somos demasiado diferentes y nos empujaríamos a la extinción si no fuera por nuestra habilidad para colaborar bajo un único liderazgo y con una meta: el secretismo y el control.
Para tu comodidad, he ordenado las seis Tradiciones por importancia, de menos a más, pero deberías tenerlas en cuenta a todas muy seriamente.
La Tradición de la Hospitalidad. En una ciudad debes presentarte personalmente ante el Príncipe, en otra debes dejar una nota o llamar en un momento específico. En la mayoría de dominios Ventrue, se espera que te presentes en la corte y cites tu linaje remontándote tantas generaciones como puedas. En un dominio Tremere, el Regente o Pontífice podría exigir algo de tu Sangre a cambio de tu entrada.
La Tradición del Dominio. El dominio conlleva responsabilidad además de autoridad. Sea tu dominio toda una ciudad o unos bloques en torno a tu refugio, eres responsable de hacer cumplir las Tradiciones y cualquier otra ley de tu ciudad en él. Si añades cualquier regla propia, depende de ti y tu habilidad hacer que se cumpla.
La Tradición de la Responsabilidad. En algunas ciudades se te considera responsable de tu Chiquillo hasta que es presentado ante la corte y se le reconoce como Neonato. En otras ciudades, el Príncipe te considera responsable durante toda su existencia. Ésta es una de las muchas razones por las que deberías tener cuidado de a quién Abrazas. En años recientes, se ha convertido en una táctica común abandonar Chiquillos distanciados o traicioneros en ciudades donde eso está permitido. Si tu ciudad está a punto de caer ante la horda Anarquista, lo último que quieres es ver a tu Progenie entre los enemigos; mejor abandonarlo pronto y esperar que tus aliados olviden que alguna vez tuviste algo que ver con ella para empezar.
La Tradición de la Progenie. La anterior Tradición debería dejar clara la necesidad de ésta, pero después de que comenzase la Segunda Inquisición, muchas ciudades la han extendido también a Ghouls. En estos años, cualquiera que sabe de nuestra naturaleza es una debilidad para la Camarilla.
La Tradición de la Destrucción. Esta Tradición surge de la costumbre vampírica del filicidio. Incluso aunque ya no se incluya formalmente en nuestras leyes, el derecho de un Sire de matar a sus propios Chiquillos aún está tan arraigado en nuestra cultura como el gobierno de los Príncipes. Un Sire casi siempre puede irse de rositas al destruir a sus Chiquillos antes de que sean presentados formalmente ante la corte. El Príncipe tiene el derecho a la destrucción al considerarse el Sire de todos en su dominio y puede concedérselo a otros como le satisfaga.
La Tradición de la Mascarada. Aunque suele romperse, es la Tradición más importante de todas. Mientras la Mascarada se mantenga intacta, estamos a salvo, pero rómpela y será nuestro fin, no sólo de la Camarilla, sino de nosotros como especie.
Tu amante Sire,
Victoria Ash
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