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El primer Abrazo es físico, el segundo social, pero tienen algo en común: ninguno puede rechazarse. Una vez eres invitado a unirte a la Camarilla, aceptas o mueres definitivamente.
Tú tomaste la decisión correcta, mi Chiquillo. La única posible. Tal y como yo sabía que harías.
Sé que tienes muchas preguntas. ¿Por qué te traje a la noche? ¿Por qué he dejado que te las arregles por tu cuenta durante una década antes de venir a por ti? ¿Por qué he elegido este momento para iniciarte en la Camarilla? Esta carta y los documentos en su interior están destinados a que le encuentres sentido a todo.
Responderé primero a las preguntas sencillas. Te Abracé y te abandoné para ver si podías sobrevivir. La Camarilla está llena de Chiquillos holgazanes de los poderosos, los descendientes de Justicar, Príncipes, miembros del Círculo Interior y otras personalidades. Nunca osaría cuestionar su juicio a la hora de elegir a quién Abrazar, pero yo he decidido seguir un camino distinto.
Hay una razón por la que hablamos del primer y el segundo Abrazo. Estoy segura de que me has maldecido durante las muchas solitarias y confusas noches de la última década, pero me darás las gracias cuando acudas a tu primer Elíseo fortalecido con al menos cierta comprensión independiente de lo que significa subsistir con sangre y existir fuera del rebaño humano.
¿Por qué he acudido ahora a ti, solo para desaparecer? Bueno, tengo una boda a la que asistir. Lo entenderás a su debido tiempo. Considera esto otra prueba: si sobrevives a tu primera semana en la Camarilla solo con estas notas como ayuda, habrás demostrado ser digno una vez más.
Supongo que también quieres saber por qué te escogí a ti específicamente. La verdad es que no lo hice. Obtuve permiso para traer un nuevo Chiquillo a la Camarilla, así que ordené a mis sirvientes que encontrasen buenos candidatos. Encontraron cinco. Los Abracé a todos. Sé que probablemente la Príncipe no lo hubiera aceptado, pero me debe demasiado como para quejarse si llegase a descubrirlo. Uno de ellos acabó consigo mismo a la semana. Otra se unió a una deprimente banda Anarquista y aún sigue subsistiendo, según sé. Dos fueron destruidos en redadas de la Segunda Inquisición.
Tú fuiste el único que tuvo éxito a la hora de tomar el control de su nueva existencia. Soy una romántica con muchas cosas, pero cuando le doy mi Sangre a alguien, quiero que sea digno de ella.
Tu amante Sire,
Victoria Ash
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