La información se presenta desde el punto de vista interno de la nación, aunque cualquiera puede leer lo que hay en esas páginas. Todos los capítulos presentan secretos sobre la gente y las localizaciones de las que se habla, y el DJ debe decidir qué cantidad de dicha información se conoce fuera o dentro de la nación. Los personajes que aparecen en cada capítulo pueden usarse tal y como aparecen o modificarlos para que se adecuen a tu historia.
Las nuevas mecánicas que te mostramos en cada capítulo se han diseñado para ofrecer más opciones a los héroes, aunque su uso es completamente opcional. La introducción de nuevas hechicerías, trasfondos y ventajas no reemplazan las que se han publicado anteriormente, aunque añaden más y las mejoran.
Ávalon
Ávalon es una tierra de magia, maravillas y un variopinto grupo de gente con antiguos y amargos resentimientos. Las únicas cosas que mantienen unidos a los tres reinos son la veneración que sienten los inismoreses por el Grial y la tradición y la necesidad de los marqueños de mantener la alianza con Ávalon para permanecer a flote. Cada nación trata de mantener su idiosincrasia aunque, al mismo tiempo, saben que la unión los hace más fuertes.
Dicha unión descansa sobre los hombros de la reina Elaine y la confianza que ella transmite, aunque los separatistas, los realistas y los sidhe socavan día tras día dicha confianza.
La magia ha regresado a la tierra, trayendo consigo maravillas pero también terrores. Algunas personas temen el poder de los sidhe, mientras que otras lo aceptan. Para bien o para mal, los humanos y los sidhe conviven a diario. Los avaloneses tratan de mantener la normalidad mientras los sidhe y la magia de glamour lo van impregnando todo, destruyendo su forma de vida. Mientras tanto, los sidhe gozan de sus puestos en la corte de la reina Elaine y no hacen nada para aliviar el sufrimiento del pueblo. Las tres islas quieren estabilidad y paz, pero no todos están de acuerdo en que la unificación sea la única forma de conseguirlas.
Castilla
Castilla está envuelta en antiguas tradiciones que impiden que evolucione. La guerra con Montaigne ha diezmado los recursos de la nación y la Inquisición ha diezmado su moral. La Iglesia lo gobierna todo con mano de hierro, ya que el control tanto de la Iglesia como del Estado se encuentra en manos de una intolerante Inquisición. La Inquisición obliga a los estudiosos a ocultarse y persigue a todo aquel que no cumpla la ley eclesiástica al pie de la letra. Se han llevado al rey a la Ciudad Vaticana y esquilman la nación mientras tratan de reformar la fe vaticana.
El pueblo, en la miseria, está cansado de guerras. En lugar de gente humilde, muchos de los pobres e indigentes de Castilla son nobles sin tierras y héroes de guerra a los que nunca se les pagó. Aun así, los nobles sin tierras siguen atados a las tradiciones y prefieren navegar a otro continente que trabajar para ganarse la vida honradamente. Los plebeyos son demasiado orgullosos para admitir que sus líderes les han fallado, y la nación continúa hacia adelante como siempre lo ha hecho.
Montaigne
Montaigne es una tierra de corrupción, luchas de poder y belicismo. El poder de su enloquecido emperador aplasta al pueblo, que teme haber sido abandonado por Theus sin otra esperanza o refugio que la que ellos mismos se busquen. Los montaigneses están destrozados tras haber perdido a la Iglesia, además de su juventud, en las últimas e insensatas guerras de l’Empereur. Temen que el siguiente conflicto les arrebate todo lo que les queda y no les deje nada por lo que vivir.
Los nobles luchan por mantener sus privilegios y temen que un único paso en falso pueda enfurecer a su rey hasta el punto de ordenar su ejecución. Muchos de ellos intentan administrar sus pequeñas parcelas de tierra, negándose a admitir que la riqueza que amasaron antaño, con buenas o malas artes, no podrá alimentar a su familia el próximo invierno. La corrupción abunda y todo el mundo, desde el campesino más humilde al noble más encumbrado, sabe que algo tiene que ceder antes de que todo el país se quiebre bajo el peso de la guerra y la pérdida. Los campesinos hablan ahora de revolución, mirando a naciones como la Mancomunidad Sármata como ejemplo de cómo aliviar su sufrimiento.
Vestenmennavenjar
Vestenmennavenjar es una potencia económica repleta de líderes más interesados en hacer dinero que en cuidar de su pueblo. Aparentemente la nación es pacífica y no cuenta con ejército ni armada permanente, pero quiere controlar Théah usando el gremial. A pesar del aparente sistema de gobierno de jarls y carls, la Liga de Vendel controla la nación. Los vestenios poseen una riqueza y una paz sin precedentes, pero a costa de un precio terrible. Aunque, en general, la población está prosperando, hay miembros sin escrúpulos de la Liga que emplean a esclavos para extraer plata para los gremiales y castigan con total impunidad a todo aquel que pueda perjudicarlos.
Puede que la Liga no tenga un único líder corrupto, pero controla tan férreamente Vestenmennavenjar como l’Empereur en Montaigne o el cardenal Verdugo en Castilla. Y para dominar Théah, puede terminar vendiendo a su propio pueblo. La gente es feliz manteniendo sus antiguas costumbres, a pesar de los cambios económicos y de liderazgo que tienen lugar a su alrededor, y no son conscientes de los peligros que trae consigo la avaricia de la Liga de Vendel.
