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El tren se detiene en una vieja estación. Unas figuras vacilantes descienden al andén. Desconocidos. Recelosos. Intercambian miradas nerviosas mientras echan un vistazo a su alrededor. Delante, la más absoluta oscuridad. Detrás, una vida repleta de aristas. ¿Fin de trayecto?
Ni mucho menos. Dicen que la estación consume a los viajeros, que los convierte en sombras encerradas para siempre en las cárceles de sus remordimientos. Dicen que esconde laberintos plagados de monstruos inenarrables y que, en el centro de esa pesadilla, están las respuestas que buscas. Bienvenido a Estación Terminal.
En este Mundo Fate, los jugadores encarnarán a unos viajeros recién llegados a la Estación, de la que deberán escapar antes de que las sombras, reflejos y doppelgängers que moran más allá del umbral devoren su voluntad. No hay salida aparente, pero los viajeros más resueltos pueden descubrir pistas ocultas, apenas unas migajas de luz en mitad de la oscuridad. Pronto comprenderán que cualquier esperanza de huida pasa por vencer a sus propios fantasmas.
Para jugar a Estación Terminal necesitas una copia de Fate Acelerado. Este Mundo Fate ofrece:
José Lomo (Estrellas Anónimas, Espinas, Fundido en Blanco) y Manuel J. Sueiro (Fragmentos, Cultos Innombrables, Fundido en Blanco) tienen en su haber algunas de las creaciones más terroríficas del rol patrio. Una vez más dan un paso al frente y junto al arte de Esther Sanz y Cecilia Jos Vielcazat, nos proponen este viaje aterrador. En sus propias palabras «Estación Terminal forma parte de una escabrosa tradición de obras que ofrecieron su particular visión del purgatorio y que han influido en el terror contemporáneo, comenzando por La Divina Comedia de Dante Alighieri, la obra poética que estableció el corpus de la imaginería occidental sobre el infierno, y siguiendo con los Libros de Sangre de Clive Barker y todas las obras inspiradas por estos cuentos canónicos. También han revoloteado por aquí las moscas de películas como La Escalera de Jacob, Cube o la más reciente Sam Was Here, o juegos de rol como Kult o Wraith. Ha resultado fundamental la inspiración de videojuegos como Agony, tal vez el más osado a la hora recrear una visita al purgatorio. Pero la única referencia realmente imprescindible es la saga de videojuegos Silent Hill. Si al terror se le puede dedicar dedicar algo de cariño, esta es nuestra humilde ofrenda.»
Súbete al próximo tren...si te atreves.