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La piratería en los Siete Mares ha alcanzado un punto álgido. La bandera negra supone un peligro constante para los mercaderes y navíos, mientras los forajidos buscan sus fortunas. Pero hay más peligros en pie que los piratas: bestias que acechan bajo las olas, rumores de barcos fantasmas encantados e inmortales... y el demonio llamado «Reis».
Para los numanari, rahuris, jaraguanos, aragostanos, bucaneros y piratas de todo el mundo, la libertad es su lema. La mayoría de estas naciones han luchado durante mucho tiempo para zafarse del yugo de los crueles e imperiales gobernantes. Los imperios de la Media Luna, Castilla y Montaigne, así como la Compañía Comercial Atabeana, han sido una fuerza predominante a la hora de forjar la voluntad colectiva de los piratas para encontrar la libertad. Para cada barco pirata y su tripulación, el barco es mucho más que un símbolo de libertad, es una nación en sí mismo.
Ser pirata en los Siete Mares es ser libre de todos los grilletes impuestos por otros. Aunque algunas lo intentan, ninguna nación puede controlar el mar. Un mar en el que los piratas llegan libremente a acuerdos conocidos como «actas constitutivas» para conseguir apoyo mutuo y el enriquecimiento de todos. En la historia reciente, la Hermandad de la Costa ha llevado esa idea un paso más allá y ha creado algo nuevo que une a sus diversos barcos.
Ahora cada barco es un estado dentro de una gran Nación Pirata y cada capitán es un voto en el Consejo de Capitanes.
La Hermandad de la Costa, los bucaneros y los piratas independientes consideran que su nación no es una parcela de tierra, sino un conjunto de hombres y mujeres unidos juntos para asegurar su libertad. Han creado actas constitutivas vinculantes para gobernarse a sí mismos con el fin de asegurar su libertad contra el resto del mundo y gobiernos para remplazar a los opresores que han derrocado en rebeliones y revueltas.
Pero tal libertad es una afrenta para los poderes que desean ver a los hombres y mujeres libres aplastados bajo el yugo de la tiranía. Desde la realeza de Théah hasta los sabuesos de la Compañía Comercial Atabeana, están aquellos que no quieren más que ver cómo estas nuevas naciones se tropiezan y caen. Se necesitan héroes para protegerlas más que nunca.
En Naciones Piratas hay seis nuevas facciones (naciones y otras) que no se detallan en el libro básico
En 7º Mar se pretende representar cómo se puede ser a la vez un pirata y un héroe de capa y espada. La clave para entender cómo se puede hacer esto es fijándose en el género de las aventuras de capa y espada. Peter Blood, el héroe pirata de El capitán Blood, solo da caza a sus enemigos directos: aquellos que lo han esclavizado a él y a su tripulación y aquellos que pretenden esclavizarlo o destruirlo de nuevo.
Aunque piratas de todas las calañas se burlan de las leyes de las naciones, los piratas heroicos siguen creyendo en la justicia y la libertad de toda la gente. También existen los piratas villanos y también están representados a lo largo de Naciones Piratas. No se preocupan por conseguir libertad o justicia para otros, solo para sí mismos.
¿Tu personaje pirata usará su libertad para ayudar a otros a encontrar la suya o la usará para subyugar al débil para llenarse los bolsillos?
Vistámonos nuestras mejores galas y pongamos rumbo al mar, pues la vida libre de un pirata, sin duda, no se consigue sin coste.