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Tal como venimos haciendo en las últimas semanas, continuamos con la publicación de las creaciones que recibimos en el primer concurso de enigmas para El Club de los Martes, presentando en esta ocasión Poyais, un enigma enviado por Esteban Salazar.
Descarga Poyais en la sección de El Club de los Martes que encontrarás en nuestra web
Gregor MacGregor es un aventurero y soldado escocés que tuvo un papel destacado en la Guerra de Independencia de Venezuela. Por sus méritos, fue ascendido a General y más tarde, nombrado «Príncipe de Poyais» por George Frederic Augustus, rey de la Costa de Mosquito.
A su regreso en Gran Bretaña en 1821, MacGregor exhibía su medalla de general colgada en su pecho, al mismo tiempo que enseñaba un tratado que firmara con el rey de la Costa de Mosquito, quien le habría cedido 122,000 km2 para la colonización del territorio de Poyais, en la costa de Honduras.
MacGregor describía a Poyais como una tierra fértil para el cultivo y la ganadería, con un clima estupendo y una colonia de 527 habitantes entre los que había 80 británicos. Siempre llevaba consigo una pintura que reflejaba un hermoso paisaje de Poyais que guardaba enrollada en un tubo.
Había pocos habitantes para un territorio tan próspero y grande como Poyais, razón por la que MacGregor puso anuncios en los periódicos del país ofreciendo una nueva vida en una tierra que tenía todavía mucho por explorar.
La gente sin formación podía trabajar la tierra y criar el ganado sabiendo que tenían un salario asegurado por mucho tiempo, ya que había mucha tierra y poca gente. Para los exploradores y periodistas, era un territorio muy tentador para explorar y documentar. Finalmente, estaban los inversores (o especuladores) a quienes MacGregor ofrecía invertir en acciones de todo tipo: minería, pesca, construcción, etc.
Para residir y trabajar en Poyais, se requería un permiso de residencia que costaba 400£ y que no tenía caducidad. Poyais también tiene su propia moneda, el “dólar de Poyais”, del cual, era muy recomendable adquirir unos cuantos billetes si se quería viajar a este territorio. Poyais tenía también su propio banco para que los inversores y asalariados pudieran guardar su dinero y en donde también se imprimía la moneda local.
Después de un año promocionando Poyais, el primer grupo, de unas setenta personas, zarpó del puerto de Londres hacia allí. Pasaron tres meses desde que salió el primer grupo y cuatro barcos más zarparon de Gran Bretaña hacia Poyais en este periodo. Ningún familiar o amigo de estos viajeros ha recibido ninguna carta o noticia de ellos.
El Club de los Martes es un juego narrativo en el que de tres a seis jugadores asumen el papel de «detectives de sillón» y uno el de anfitrión en la época del Londres victoriano. A través de la narración y la deducción, deberán resolver el crimen que les proponga su anfitrión, respondiendo a las preguntas quién, cómo, cuándo, dónde y por qué.