La Señorita Descuartizada

Continuamos con la publicación de las creaciones que recibimos en el primer concurso de enigmas para El Club de los Martes, presentando en esta ocasión La Señorita Descuartizada, un enigma enviado por Jaime/Ki de la Asociación PIFIA-D100. Este enigma fue premiado con uno de los dos accésits concedidos en el concurso.

Descarga La Señorita Descuartizada en la sección de El Club de los Martes que encontrarás en nuestra web. 

En junio de 1885 llegó al puerto de Nueva York la fragata francesa Isere. Aunque el albarán de carga declaraba materiales de construcción procedentes de París, cuando se realizó la inspección de aduanas se encontraron varios pedazos de lo que parecía ser un cuerpo humano repartido en varias cajas cerradas herméticamente.

Las autoridades portuarias comprendieron que estaban ante una situación que les sobrepasaba y rápidamente avisaron al Gobernador del Estado para que sus agentes se ocuparan del asunto. La fragata fue conducida a la isla Bedloe, uno de los muchos islotes frente al puerto de Nueva York y toda la carga fue abierta y revisada. Asombrados, los agentes descubrieron que un solo cuerpo había sido despedazado en más de 300 partes de distintos tamaños, todos ellos almacenados en cajas herméticas. A pesar de la larga travesía en la bodega de carga de la fragata, el buen estado de conservación de las distintas partes permitió asegurar que el cuerpo pertenecía a una joven señorita que, lamentablemente, no pudo ser identificada.

El caso tuvo mucha publicidad y, dado que el tiempo apremiaba, los gobiernos de Estados Unidos y Francia solicitaron la colaboración ciudadana a ambos lados del Atlántico. La convocatoria tuvo tanto éxito que incluso se fundó una lotería benéfica y numerosas celebridades de la época accedieron de manera altruista a emplearse en diversas formas de entretenimiento (shows, conciertos, obras de teatro…), con el fin de recaudar los fondos necesarios para llevar a buen término una operación internacional que se preveía complicada. El famoso y laureado arquitecto Richard Morris Hunt se implicó personalmente y llegó al extremo de diseñar y construir (pagando de su propio bolsillo) un pedestal conmemorativo en la isla Bedloe, para recordar por siempre el suceso. No ha trascendido la cifra exacta, pero en total fueron miles los dólares que se recaudaron y ningún esfuerzo se escatimó para la resolver la cuestión lo antes posible.

El Club de los Martes es un juego narrativo en el que de tres a seis jugadores asumen el papel de «detectives de sillón» y uno el de anfitrión en la época del Londres victoriano. A través de la narración y la deducción, deberán resolver el crimen que les proponga su anfitrión, respondiendo a las preguntas quién, cómo, cuándo, dónde y por qué.