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Vive el terror en primera persona con Espinas, el juego de mesa de José Lomo con diseño de Cecilia Jos, que te llevará a vivir una terrorífica historia para después revivirla 15 años después. Ya puedes encontrar Espinas en tu tienda preferida o en nuestra página web y prepárate para disfrutar del miedo en tus propios huesos.
Cuando un autor rolero y amante del género de terror se propone hacer un juego de mesa, ocurren cosas como Espinas, un juego donde narración, inmersión y diversión comparten un oscuro ménage à trois. En esta ocasión José Lomo (Fundido en Blanco, Antiguo y Colosal) nos ofrece una experiencia narrativa que te dejará aterrorizado.
Como jugador de Espinas vas a entrar en un viejo sanatorio abandonado; o mejor dicho, vas a volver a él en la piel de un personaje que estuvo allí hace quince años. Algo te ha motivado a regresar; algo que quedó sin resolver. Para descubrirlo debes ser una persona valiente y despierta. Usar la memoria. Recordar. Con cada recuerdo evocarás una verdad incómoda, un gélido susurro e incluso un mal atávico que reclama tu último aliento. Vas a dar forma a un relato de terror sobre horrores que moran en lugares abandonados. Sobre pesadillas que no quieren ser olvidadas.
¿Qué ocurrió aquella fatídica noche, entre la una y las tres de la madrugada? Es hora de desvelarlo. Prepárate para volver a ese maldito sanatorio.
En el viejo sanatorio habitan fuerzas malignas que pretenden destruir a los personajes desde que visitaron el lugar, hace ya quince años. Por aquel entonces escaparon... pero el Mal que mora allí intentará que eso no vuelva a suceder. Te reclama. Anhela tu destrucción con todas sus fuerzas.
Más allá de sus elementos mecánicos, Espinas es un juego narrativo. La recompensa más importante de cada sesión será la historia de terror, única y escalofriante, que vas a experimentar junto al resto de jugadores. Más allá de que tu personaje viva o muera, ese relato quedará grabado en tu memoria... y en la del propio sanatorio.
Es posible que esos recuerdos sean, precisamente, aquello que mantiene con vida al Mal que se oculta entre sus sombras.