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Se acerca la publicación de Postapocalyptica: Mundo Roto, un juego de rol de Frank Guerra, —autor de la aventura autojugable para sistema Hitos, Postapocalyptica— y con diseño de Esther Sanz. Hoy te dejamos un vistazo a este nuevo juego ambientado en un mundo devastado por un antiguo desastre que nadie recuerda.
Tras todos mis años de estudios profundos y recopilación de datos sobre el Mundo Unido y el Mundo Roto, creo llegada la hora de poner por escrito un resumen de aquellos conocimientos mínimos que considero necesarios para una vida larga y próspera.
Pese al odio que se tiene al Mundo Antiguo y a sus pobladores, que provocaron nuestra caída, somos herederos de sus acciones; los bibliotecarios consideramos necesario, por tanto, el recopilar la máxima cantidad de su historia para poder enfrentarnos con garantías a lo que nos aguarda. Ahora que las fronteras comienzan a abrirse, las rutas se restablecen y se tienden nuevos lazos entre asentamientos, comienza una nueva época en la que debe usarse cualquier herramienta que pueda servir para esta causa, y el conocimiento es la mayor de esas herramientas: siempre va con uno mismo, no pesa y puede salvar vidas.
Ahora que el tiempo parece haber regresado, es hora de redescubrir lo que hay alrededor y dentro de los asentamientos. Una humanidad diezmada, confusa y aturdida comienza a viajar de nuevo, descubriendo a su paso cosas que creía olvidadas y otras que nunca había conocido. Pese a las diferencias entre asentamientos a causa del aislamiento, parece que los supervivientes hemos establecido ciertos estándares comunes. Vamos a hablar de los conocimientos que atesoramos acerca de nosotros mismos y del Mundo Roto, este que habitamos.
Hemos tardado mucho recopilando libros y Archivos Eléctricos para poder hacernos una idea de lo que fue y lo que es, pero no es ni la mínima parte de lo que se desconoce.
¡Atentos! Muchas vidas se han perdido para que se pudieran escribir estas palabras y eso las convierte en el don más preciado, pues entre ellas puede estar la clave de nuestra supervivencia o nuestra extinción definitiva.
La historia del hombre ha conocido tres Mundos o Eras según los más sabios entre nosotros. Muchos conocimientos se han perdido para siempre y los que quedan están fragmentados, así que en muchas ocasiones tratar de saber algo sobre historia antigua es más fruto de la filosofía y especulación que de hechos. Los bibliotecarios nos afanamos en recoger retazos de información para elaborar una cronología y arrojar luz sobre la historia humana, pero ha transcurrido poco tiempo desde El Regreso y la labor no ha hecho más que comenzar. Aquí presento un esquema de lo que más se relata en los asentamientos.
En un pasado fue el Mundo Unido, Mundo Antiguo o Era del Orgullo, según con quien hables. Fue la era del hombre supremo, del hierro, la electricidad y el orgullo sin medida, cuando la humanidad se alzaba sobre la creación y la dominaba a su antojo, pero eso se acabó tras un evento conocido con muchos nombres: El Desastre, El Pulso o La Rotura son solo unos pocos. El mundo se quebró de una forma terrible. Fue un evento que alteró las leyes mismas del universo y cambió su estructura esencial.
Hay quienes dicen que La Rotura fue causada por el mismo orgullo desmesurado del hombre, que creó un mecanismo tan complejo que escapó a su control. Otros creen que algún dios descargó su ira sobre todas las cosas para recordar que el hombre es insignificante al lado de su poder, y hay quienes piensan que una catástrofe natural desconocida fue la causante del fin del antiguo orden.
Tras este terrible hecho, la humanidad comenzó su caída. Si antes éramos millones y millones, tantos como para llenar altísimos edificios y tener que viajar por debajo de la tierra, en poco tiempo pasamos a ser una especie en extinción. Los hechos que nos han llegado de aquel periodo son confusos, pero parece ser que comenzó un sangriento enfrentamiento que nos diezmó de maneras jamás imaginadas hasta que apenas sobrevivió una fracción de humanidad: nuestros Ancestros.
Tras la catástrofe sobrevino el Mundo Olvidado o Era del Olvido, un salto antinatural en la historia de duración indeterminada del que no se conserva recuerdo alguno: no hay registros escritos, ni historias, ni leyendas, ni recuerdos. Sin embargo, la humanidad debió hacer algo durante ese tiempo, ya que logró sobrevivir: nacieron los asentamientos y las comunidades crecieron alrededor de los pocos Ancestros que crearon uno. De todas formas, no se sabe cuándo ni cómo se crearon. Durante ese periodo cada asentamiento perdió la comunicación con los demás, entrando en una época de aislamiento y soledad que los individualizó. Las rutas quedaron desiertas de comerciantes y viajeros; la memoria común, eliminada.
Los más sabios murmuran diferentes teorías. De las peores que pueden escucharse es que todos aquellos logros fueron conseguidos sin que sus protagonistas tuvieran conciencia de ello debido a que estaban sumergidos en El Olvido, es decir, que no ocurrieron realmente o que lo hicieron dirigidos por un poder desconocido, como las marionetas que usa un titiritero nómada. Todas las teorías provocan una extraña desazón en quien las escuchan y todo el mundo prefiere hablar de cualquier otra cosa. El Pasado se niega a ser desvelado. Ahora, tras un tiempo indeterminado, ha vuelto la luz de la conciencia. ¿Cuándo? Tampoco se sabe, es como si el tiempo mismo hubiera huido y regresado. En un punto indeterminado, hace varias décadas, la memoria despertó y a aquel evento se le llamó El Regreso.
La gente que nació en aquella época y sigue viva es demasiado mayor para recordar lo que había sido su vida antes, pero los que aún son capaces de recordar dicen que les parece como si aquellos recuerdos no les pertenecieran realmente, ya que no tienen conciencia de haberlos vivido.
Pudieran ser delirios de ancianos o quizá la huella de El Mundo Olvidado que afectó para siempre sus mentes e hizo que nadie quiera hablar de ello. Muchos estudiosos han enloquecido tratando de comprender algo que pareceestar fuera de la capacidad de la mente del hombre.
En los días actuales los sabios han llamado a este tiempo el Mundo Roto o la Última Era. La gente comienza a salir de sus asentamientos, los caminos vuelven a ser transitados y los viejos espíritus vuelven a hablar (aunque nunca sobre el Mundo Unido). Lo que queda de la humanidad se da cuenta de que el territorio que habita está roto. Muchas son las señales: extrañas construcciones se levantan enmedio de paramos inabarcables, restos incomprensibles se oxidan bajo el sol junto a recursos que parecen haber sido puestos allí el día anterior, zonas en las que la lógica es ignorada para hacer actuar al mundo de maneras extrañas.
Esta es una era de reencuentro, es ahora cuando se necesitan valientes que exploren el exterior y se enfrenten a sus peligros y oportunidades. Ciudad, abandonada desde La Rotura, atrae a nuevos visitantes en busca de sus secretos, pero permanecer mucho tiempo en ella hace que el espíritu se quebrante y la mente se extravíe por sus calles y se quede atrapada para siempre. Criaturas terribles vagan por los yermos, montes, valles y rincones más oscuros; algunas son viejas conocidas del hombre, otras han nacido de las más oscuras pesadillas.
La Alta Tecnología es algo a punto de extinguirse. Los logros obtenidos en el pasado ahora agonizan por la falta de repuestos y conocimientos de los que tratan de hacerla seguir en marcha. Únicamente los tecnochamanes, herederos involuntarios de fragmentos de conocimiento del Mundo Antiguo, son capaces de mantener en marcha los viejos motores o las corroídas instalaciones eléctricas y aplicar los extraños secretos que permiten fusionar al hombre con la máquina. Son los únicos que pueden comunicarse con los espíritus-máquina y lograr que no abandonen los engranajes y mecanismos de un generador. Los sanadores cuidan a sus comunidades mediante antiguos conocimientos con los que elaboran remedios naturales para mantener las enfermedades y el dolor lejos de los asentamientos. Mientras tanto, los sacerdotes del Verdadero Dios inflaman los púlpitos de sus iglesias con proclamas sobre el fin de los tiempos y el castigo de los pecadores. Afirman que su dios les habla, pero solo ellos saben si esto es cierto o es fruto de los extraños alimentos que toman en secretas ceremonias afirmando que son el cuerpo y la sangre de su señor.
Ellos son un ejemplo de Despertados: personas que parecen haber nacido con un don especial que les permite comunicarse con lo que está más allá de este mundo. Quizá la clave para nuestra supervivencia resida en este don y su uso.
Grandes desafíos se muestran ante nosotros, es nuestra elección si afrontarlos como individuos o como comunidad.